18-ROMANOV.
–Tranquila, era el señor con la comida.
Anuk relajó tenciones, al parecer iban a pasar una noche tranquila.
***
–¿¡Pero cómo fue eso!? –dijo Andrés por teléfono –no, no quiero que hagan nada, dejen que la policía trabaje.
–¡Maldición! –tiró el teléfono contra el sofá.
–¿Algún problema? –preguntó Helen que entraba a la sala en ese momento.
–Tus amiguitos –respondió enojado.
–No entiendo.
–El ruso del puerto, que agarró a Anuk de rehén.
Helen se quedó asombrada –¿estás seguro? eso no puede ser verdad, Lev no es así, él es un buen tipo.
–¿¡Buen tipo!? –gritó Andrés –no me hagas reir, buen tipo y se llevó a mi hermana para salvar su pellejo.
–¿Y qué harás tú al respecto? –Helen se cruzó de brazos.
–¡Pues...nada! que puedo hacer yo, la policía está ahí para eso.
–¡Vaya! ,es increible que tengas tantos recursos para joderme la vida pero no puedes ayudar a tu hermana que supuestamente fue secuestrada por un delincuente, es increible tu incoherencia.
–No te metas donde nadie te