Aria
He intentado hacer esto funcionar. He intentado convencerme de que el matrimonio con Alexei no es tan terrible. Que, al fin y al cabo, no es más que un trato, un compromiso entre dos personas que han sido empujadas a este destino por fuerzas que no controlan. He repetido esa mentira en mi mente, pero ahora, mientras lo observo desde el umbral de la puerta de su oficina, siento que todo lo que he dicho hasta ahora es en vano. No puedo seguir mintiéndome a mí misma.
El sonido de mi respiración se hace más fuerte en el silencio de la habitación, mientras me acerco a él, que está de espaldas, mirando algo en su escritorio. No sé qué es, ni me importa. Lo que importa es lo que está entre nosotros. Lo que nos rodea, lo que nos consume. Y no es solo el contrato de boda, no son solo las