—Ughh —se quejó Vanessa cerrando los ojos apenas los abrió.
Tenía fuerte dolor de cabeza y el mínimo movimiento hacía que empeorara. Mantuvo los ojos cerrados hasta que el dolor se hiciera un poco más tolerable. Estaba confundida y sus recuerdos eran confusos. Trató de volver a su memoria más nítida y de allí avanzó en adelante.
—¡Maldito hijo de… —murmuró cuando recordó la voz de Lorenzo pidiéndole disculpas.
Él le había colocado un pañuelo en la nariz y luego todo era negro, hasta un tiempo después cuando despertó. Había estado recostada sobre el asiento de un auto entonces; Lorenzo, al darse cuenta que estaba despierta, la había inyectado algo en el brazo y había vuelto a caer en la inconsciencia.
Se preocupó al pensar en su bebé y estuvo a punt