El pueblo de donde Mason era procedente quedaba a cuatro horas y media de la ciudad de donde Nancy vivía, por lo que ella tuvo tiempo suficiente para pensar y mermar los nervios que sentía en su interior.
Conocer a la familia de su novio era un paso importante para su relación, le hacía pensar que todo iba muy en serio entre ellos y ese hecho la hacía sentir feliz y emocionada.
Admiró el paisaje desde la ventana del bus y se maravilló con lo bonito que era el lugar. Había extensos campos y ríos de agua cristalina que parecían sacados de un cuento. Ella veía todo con ojos brillantes y una sonrisa en los labios.
En cuanto el conductor avisó la parada en un pueblo que apenas había oído hablar, Mason se levantó de su silla y le extendió la mano, dándole la señal de que habían llegado a su destino.
Nancy frunció el ceño y miró hacia afuera. No se veía una sola casa por los alrededores, todo era un campo extenso que parecía no tener fin.
Bajaron del bus con sus equipajes y Mason tomó a su n