Y el capítulo se publicó teniendo como la última viñeta a la protagonista Anahi siendo cubierta por el paraguas rojo que sostenía el personaje de Magnus (el que tenía el rostro idéntico a Oliver) mientras llovía.
Lía había aventado una bomba.
No sabía si Oliver la iba a amar u odiar cuando leyera ese último capítulo.
Con la ayuda de Maura, pudieron publicar el episodio a las siete de la noche, como era habitual.
Y en cuestión de minutos los números de lectura crecieron a miles. Y los comentarios empezaron a acumularse.
Maura se quedó con ella, leyendo los comentarios, la mayoría hablaban de lo fuerte que fue el capítulo y lo injusto que era que Señorita I.V. los dejara en ascuas. Otros debatían de qué iba a pasar en la historia, cómo iba a desarrollarse, pues la complejidad narrativa era grande.