El bautizo

Capitulo IV

Habiendo transcurrido algunos días, ya Don Elías un poco más estable emocionalmente comienza hacerle todos los preparativos para el bautizo, sale de su casa temprano y se dirige a la Catedral de Caracas para comenzar con los trámites, se aproxima a la oficina y le explica a la secretaría

–Yo quisiera bautizar a mi hija, ella apenas tiene una semana de nacida. Y responde la secretaria.

– Perfecto no hay ningún problema. Por favor suministreme los papeles de la niña.

– ¿Papeles? Pregunta Don Elías extrañado. ¿Cuales papeles?

–Si, el acta de nacimiento de la niña original y copia , y la fe de bautizo de sus padres. Dice la secretaria,. Pero no tarda en refutar Don Elías

–Pero... Pero señorita mi bebita no tiene ningún tipo de papeles, quiero presentarla ante Dios primero y luego hacer lo demás.

–Pues no caballero, ¿cómo podríamos bautizarla sin saber ni su nombre? Primero debe consignar la documentación solicitada y luego le pondremos fecha al bautizo con gusto. Respondió la secretaria.

–Esta bien señorita, ya agilizo ese trámite, en cuanto los tenga en mis manos, regresaré, muchas gracias por su ayuda y disculpe usted.

–No se preocupe, entiendo su buena fe, pero primero lo primero, vaya y acá le esperamos. Que tenga buen día. Sugirió la secretaria.

Enseguida sale Don Elías de la oficina de la Catedral y se dirige a la jefatura Civil. Entra, sube por las escaleras hasta llegar a la oficina de Registro Civil. Diciendo él

–Por favor señorita, disculpe usted la molestia. Yo necesito presentar mi niña. Ella apenas tiene unos días de nacida. Pero sucede que su mamá bme la dejo sin más ni más. Simplemente la abandonó y la dejo a su suerte. Yo soy su padre y quiero hacerme responsable de todo pero no tengo ningún tipo de papeles de mi niña.

– responde la secretaria. En ese caso debe dirigirse al horpital donde nació y allí debe haber registros de nacimiento, vaya allí y solicite una copia del acta de nacimiento y con eso puede hacer todo el trámite, no hay ningún problema..

– gracias señorita por su tiempo y asesoría. Así lo haré.

Saliendo él de aquel lugar, ya un poco cansado pues había recorrido media ciudad en busca de soluciones pero aún sin éxito, decide volver a casa.

Al llegar a casa se encuentra con su esposa Eva y su hermana que se encontraban en la sala. Él entra y las saluda.

– Hola, ¿cómo pasaron el día?

Respondiendo Eva. No tan bien como tú... Con un tono de voz sarcástico y un poco elevado. ¿Se puede saber dónde estabas? de seguro te fuiste a ver con esa mujer de nuevo ¿verdad? A lo que él responde..

– Eva, no se de qué me hablas. Yo estaba en la Catedral tratando de buscar una fecha para el bautizo de nuestra bebé y luego tuve que ir a la jefatura civil ya que no tengo ningún registro ni documentación de la niña y sin eso no puedo hacer nada.. Acotando Eva

– ¿Si? Y por qué no me lo dijistes antes? Pero Claro de seguro fuístes con ella y ahora te soy más útil aquí encerrada en la casa en estas cuatro paredes.

– Nuevamente te digo Eva, no se a que te refieres. Te dije que esa mujer para mis murió el día que abandonó a la bebé. Jamás haría semejante cosa después que la dejo a su suerte. Pues si se portó tan mal con un ser inocente que nació de sus entrañas, que quedará para los demás.

–refutando ella. Eso debiste haberlo pensado antes y fijarte muy bien antes de mezclarte con cualquier persona, ahora mira las consecuencias...

–Entiendo que estes dolida pero ya, para mujer por Dios. Tu no eres así. En qué momento has cambiado tanto. Tu nunca me habías hablado en eso tono ni mucho menos con sarcasmo..

– gritando ella. ¿Y como esperas que reaccione despues de una mentira como esa? ¿como hago? ¿como si no hubiese pasado nada y jugar a la familia feliz? Pues no!!!

– Yo sé muy bien que me va a costar mucho recuperar tu confianza pero haré hasta lo imposible. Eso te lo juro. Le dice Don Elías abrazándola.

–Ella se zafa y susurra.. Claro para ti es muy fácil. Yo soy la que tengo que recordar que tú me traicionaste cada vez que veo a esa bebé. Tu traición nunca la podré olvidar, nunca me oyes, nunca!!!

–Mientras su esposo le dice, no hay nada que el tiempo no cure, yo entiendo que todo ha sido muy rápido y que no es fácil para ti, pero te pido no veas a mi hija como la culpable ni el recordatorio de mi error. Vamos hacer las cosas con cariño, con amor, sin rencor. Ya dejemos lo pasado allá, en el pasado. Y comencemos una vida nueva. Y es más... Te propongo que a partir de mañana seas tú mi compañera en todo si?

–A que te refieres? Dice ella mirándolo de reojo mientras le da la espalda.

– Mañana debo ir al hospital a buscar el acta de nacimiento. Para presentar a nuestra hija. Y es más... quiero que lleve tu segundo nombre. "Mercedes" ¿que te parece? Le pregunta él emocionado creyendo que eso la alegraria un poco. Pero no logra su cometido cuando escucha que ella le responde.

–¿que cosas dices? Osea que ahora te voy a premiar y vamos andar juntitos resolviendo el problema que tú búscaste? ¿Acaso cuando tú estabas en tus andanzas pensaste en mi? Yo no voy a ninguna parte y el hecho de que tú le pongas mi nombre no cambiará la realidad. Ella no es mi hija. Es el producto de tu traición y ahora tengo que recordarlo a cada instante cada vez que la veo. Esto es demasiado fuerte. Pero tú nunca lo entenderías. Ponte en mi lugar... ¿Y si hubiese sido yo quién quedó embarazada de otro y te lo confieso después que nace? ¿Como te sentirías tu? El dolor ajeno hay que vivirlo en carne propia para poderlo entender Elías, yo sé muy bien que tú nunca me comprenderás.

— No deberías tomar esa actitud Eva, está muy mal de tu parte, deberías apoyarme en todo y no lo estás haciendo, la verdad es que si me equivoqué, lo admito y entiendo que estés enfadada, lo que no entiendo es tu actitud tan negativa y cerrada ante todo lo que te propongo. Dice Elías con un tono de voz determinante y un tanto serio mientras la mira fijamente a los ojos.

— Te pedí tiempo Elías, yo sé muy bien que ella es una criatura inocente y que yo te acepté y te di otra oportunidad, pero debes comprender que estoy muy resentida. y es más... con tu permiso, voy a la iglesia, necesito estar un tiempo a solas con Dios y escuchar la misa a ver si el me ayuda a sanar este resentimiento tan grande que llevo pues yo no me merecía una traición tuya, le dice su esposa con lágrimas en los ojos mientras se da la vuelta y sale de la casa.

Mientras tanto Elías se dirige a la sala donde se encontraba la señorita Carlota paseando a la bebé en su coche luego de darle el tetero de fórmula ya que no había manera de amamantar la naturalmente.

— Elías se acera a ella diciendole, Carlota... nunca imaginé que tan dificil se me haría toda esta situación con Eva, siento que por mucho que lo intento ella no me ha perdonado. luego le responde Carlota.

— Debes tenerle paciencia, darle tiempo, todo pasará, pero debes orar mucho y pedirle a Dios mucha guía y sabiduría para poder sobrellevar todo esto hermano mío.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo