—Sí.
—¿Todo bien?
—Muy bien. El médico dice que el bebé está muy sano, la situación es buena.
La voz de Sonia era tranquila, y su mirada hacia él tenía cierta ternura —como siempre.
Pero el rostro de Andrés se cubrió con una capa de frialdad.
—¿No estabas muy ocupado hoy? —preguntó Sonia de repente.
Andrés frunció el ceño.
—¿Ya terminaste de resolver el asunto de Miguel? —preguntó Sonia.
Andrés respiró profundamente.
—Todavía no, pero ya casi está todo resuelto.
Sonia soltó un "oh" y asintió seriamente.
Después de observarla un momento, Andrés preguntó:
—¿Con quién te encontraste hoy en el hospital?
Sonia no respondió de inmediato, sino que volteó a mirar a la niñera que estaba delante.
Era evidente que ésta también estaba observando disimuladamente la situación entre ellos, pero cuando Sonia la miró, sintió una inexplicable culpa y rápidamente desvió la mirada.
Sonia frunció ligeramente el ceño y miró a Andrés:
—Así que cuando mandaste a alguien para acompañarme, en realidad era para