Micaela
Estoy en un rincón de la habitación con las manos en mis oídos y el rostro mojado por las lágrimas, pero ni así puedo dejar de escuchar los gritos de mi prima, no puedo soportarlo más y comienzo a gritar como una estérica, aunque no sirva de nada, me levanto y rompo todo mientras sigo gritando hasta que la maldita puerta se abre.
-¡¡HIJOS DE PUTAS!!¡¡DEJARLA!!- Manuel me envuelve entre sus brazos y yo lo golpeo, pateo e insulto como una poseída-
-Tranquila- Dice y siento un pinchazo, mi cuerpo se siente como gelatina en segundos-
- ¿Que me hiciste? - Digo con un poco de dificultad -
-Es solo una droga suave no perderás el conocimiento, pero te sentirás más tranquila- Me acaricia el pelo con cariño y lo único que siento es asco por él y toda su gente-
- ¿Que le están haciendo? - El suspira y se tira en la alfombra conmigo sin dejar de tocarme cosa que me sigue repugnando- Dime, por favor -
-No lo sé, Gabriel esta fuera de sí, no nos dejó bajar al sótano- Un sollozo de dolor se