Dean sobrevolaba las tierras yermas. El sonido del aleteó se unía a los sonidos de grandes explosiones, fuertes terremotos y al sonido ocasional de alguno que otro animal agonizante. El Sol a sus espaldas, parecía del doble de su tamaño normal, la temperatura media en la Tierra había alcanzado los 55 grados centígrados y en los grandes desiertos del mundo, el termómetro alcanzaba fácilmente los 80 grados centígrados (con rachas ocasionales de hasta 100 grados en los desiertos de Atacama y del Sahara). Pese al intenso calor, Dean seguía vestido con una casaca negra y unos pantalones del mismo color con raras incrustaciones que destellaban en cuanto el sol las tocaba. El caballero de la muerte giró a la derecha cuando escuchó una fuerte explosión proveniente de una ciudad cercana. La detonación había sido causada cuando el fuego hubo alcanzado una estación de gasolina. Miles