Corazón de Mármol
Corazón de Mármol
Por: Lya Rogers
Blue Valentine

Miro el edificio frente a mi sintiéndome ligeramente intimidado, finalmente estaba dando un paso importante, estaba frente a la galería más famosa de Nueva York, a punto de conocer a la dueña, ella decidiría si mi trabajo era digno o no de ser expuesto — m****a, yo soy malditamente bueno en mi trabajo — pero he soñado con este día tanto, que me cuesta creer que estoy aquí.

Doy un suspiro antes de entrar, en cuanto cruzo las puertas me siento en otro universo; dentro el aire es ideal, un ligero aroma a canela llena el espacio, las paredes del recibidor tienen fotografías de las principales exposiciones, pintura, fotografía, dibujo y escultura, con una muestra de los artistas que estaban exponiendo, levanto las cejas al ver una pintura especialmente llamativa, pero debajo no hay ningún nombre.

— Es una de mis favoritas — dice la voz de una mujer, me giro hacia la izquierda, es delgada, metro setenta, con largos rizos castaños y un sencillo traje de oficina. Ella sonríe con amabilidad mientras camina hacia mi — Soy Valentine DuPont, un placer.

— Scott Newman — digo tendiéndole la mano. La mujer es agradable, con piel cobriza y mirada divertida, me agrada de inmediato — Hablamos un par de veces por correo electrónico — le recuerdo, como si fuera necesario, después de todo, ella me citó.

— ¿Le gustaría dar una vuelta y ver las instalaciones o ir directo al grano? — pregunta mientras me hace señales para seguirla.

— ¿Ambas? — pregunto, ella se ríe.

— Buena elección — me asegura — Bueno, en ese caso, déjeme iniciar por lo básico: vi tu trabajo en ARCO este año y quedé encantada.

— Fue duro llegar a eso — admito, mirando alrededor  — maldita sea aquí eran buenos —  estamos pasando por la sección de fotografía, y puedo decir que, aunque no es lo mío, el trabajo era inigualable, retratos impresionantemente inspiradores, el tipo de fotografía que captura el momento adecuado.

— Lo sé, y es por eso que te contacté, verás, la mayoría de los artistas que pasan por esta galería, no eran precisamente reconocidos por las personas correctas — empieza — y es mi trabajo hacer que su arte trascienda, tienes talento y lo has hecho todo tu solo, tienes un talento impresionante —me mira con sus ojos marrones antes de continuar — Esta es la sala donde quiero exponer tus esculturas.

Miro alrededor, intentando no babear: el lugar era amplio y con la luz ideal, había varias tarimas desmontables y suficiente espacio para cinco o seis piezas grandes, la cantidad de espacio era incluso mayor para piezas pequeñas bien montadas en una exposición precisa, pero el lugar estaba sorprendentemente vacío

— ¿No hay esculturas? — pregunto con curiosidad, Valentine aprieta los labios y niega casi con tristeza.

— Trevor, nuestro escultor, sufrió un accidente hace unos meses, vendí su última escultura hace un mes, desde entonces estoy buscando — explica, se gira hacia mí — Voy a ser sincera contigo, estarás a prueba por dos meses, la sala está vacía y tengo una exposición en un mes, y realmente empiezo a desesperarme, ¿Tienes un taller aquí en Nueva York?

— No — digo avergonzado, me había mudado de vuelta a la ciudad hace tan solo un par de semanas, y conseguir un taller era difícil, ella asiente.

— ¿Alguna escultura que pueda ver? — pregunta, asiento.

— Traje un portafolio — le digo sacándolo de mi mochila, ella se acerca y le enseño dos, las mejores que tenía. Era la primera vez que decidía plasmar mi historia en piedra, la primera era una mujer rodeada de espinas. La segunda, un niño llorando con un corazón en sus manos; hacerlas me había tomado un par de años, pero el acabado era impresionante  — aunque lo diga yo mismo —  tiene grietas que decidí cubrir con oro, en un claro símbolo de Kintsugi, una antigua técnica japonesa.

— Estas son importantes ¿no es así? — pregunta ella mirándome con curiosidad, es más baja que yo, pero la mujer tiene presencia.

— Es...mi vida — admito, ella me sonríe con simpatía, como si lo entendiera a la perfección.

— Creo que vas a encajar muy bien con nosotros — me dice — Pero aún necesito verlas en físico, en cuanto al dinero, tu anterior galerista tomaba un 70% de la compra ¿Me equivoco?

— Sí, el muy bastardo se aprovechó de que estaba desesperado — gruño, sintiendo ganas de volver golpear al hijo de puta, Valentine levanta las cejas.

— ¿Desesperado?  — antes de que pueda responder ella sacude la cabeza — Olvídalo, yo ofrezco tratos del 20, 30, 40 y 50 % — explica — Dependiendo de a cuanto se valore la obra, todos los paquetes incluyen una exposición, dos muestras externas y una subasta de beneficencia anual, papelería y gastos corre por cuenta de la casa.

— ¿Cuál es la diferencia entre paquetes? — pregunto, ella se encoge de hombros.

— Entre menos porcentaje, menos ayuda necesitas — da un vistazo a la sala — Mi trabajo es buscar compradores, yo no cobro por exponer tu arte, la cobra de la venta va en cuanto me cuesta que la compren.

— ¿Y cuánto quieres? — pregunto, ella se encoge de hombros.

— Tienes dos meses de prueba, te lo dije, estas podrían valer cerca de los treinta mil, si es que el oro es genuino. Tengo tres compradores en mente, si todo va bien, solo tomaría el 20% — dice luego de analizarlo, levanto las cejas 20% no era demasiado, en especial si el bastardo de Jason había jurado que mi trabajo se estaba vendiendo mal, y tomaba una tajada grande por el costo de las presentaciones.

— ¿Qué hay de las exposiciones adicionales? Si el paquete viene con dos, ¿Qué pasa si quiero otra exposición? — pregunto, solo para estar seguro.

— Le dices a mi asistente y yo me aseguro de que estés entre los principales, esta galería es invitada a la mayoría de los festivales importantes, así que tu trabajo siempre va estar expuesto — me explica, y levanto las cejas, estoy impresionado, la mujer realmente estaba dándome una oportunidad única.

— ¿Cuándo empiezo? — pregunto sonriendo.

— Dijiste que no tienes taller, así que me gustaría que vieras el mío — ofrece antes de guiarse por el pasillo, la sigo mientras miro alrededor, la galería estaba abierta, Y había varias personas pululando alrededor, Valentine se excusa un segundo antes de caminar hacia un grupo que observa una pintura, hay un muchacho rubio que habla con el grupo, Valentine saluda a todos y habla un momento con el muchacho, mientras, me acerco a una de las fotografías.

— Eres Scott ¿no es así? — pregunta una chica a mi derecha, tiene cerca de veinticinco años, cabello rubio con mechas azules, ojos azules del mismo tono que su cabello, es agradable, y por un segundo me recuerda a mi hermana Alicia, pero aparto el pensamiento — Angie Zaldívar, fotógrafa — se presenta.

— Escultor — digo, doy una mirada a la exposición tras ella, las fotografías que había visto al entrar — ¿Es tu trabajo? — ella asiente y tira de mí hasta otra exposición, en esta hay un montón de dibujos surrealistas y semi realistas, incluso había algunos hiperrealistas y de ciudades, personalmente no me considero malo en el dibujo, debo hacer bocetos bastante precisos para mis trabajos, peor este era un nivel diferente, algunos incluso están entintados y les daba un acabado magnífico, y un atractivo hombre de treinta y pocos se acerca a nosotros, es un hombre grande y con una leve barba, ojos castaños, con aspecto de no haber dormido bien, es un chico rudo, puedo decirlo.

— Dalton, te presento a Scott Newman — dice Angie con excitación, Dalton me tiende la mano, pero lanza una mirada reprobadora a Angie

— Tu eres una cosita molesta ¿lo sabías? — gruñe antes de mirarme — discúlpala, sospechamos que está traumatizada, pero no podemos hacer nada — Angie murmura algo en español que definitivamente no suena agradable y le enseña el dedo medio, Dalton le guiña un ojo con picardía y me sonríe — soy Dalton Parker, dibujante

— Un placer — digo, y lo digo de verdad, pero el hombre gritaba Testosterona y heterosexualidad solo con su mirada, miro su trabajo y señalo uno en específico que me llama la atención, un dibujo hiperrealista de una niña pequeña jugando en el prado— Tu trabajo es excelente

— Por fin alguien sensato — dice, dándole una mirada airada a Angie, quien pasa de él por completo y en su lugar se centra de nuevo en mí, enfrascada en darme el tour

— lo que digas, pastelito — Me mira — Valentine nos ha hablado de ti, ¿ya cerraron el trato?

— Estaba por mostrarme el taller — digo, Angie parece un cachorrito alegre, y la mirada que Dalton le dedica me hace querer hacer cosas sucias.

— Está hablando con Owen, venga yo te muestro — se ofrece, tirando nuevamente de mí, le saca la lengua a Dalton — tu, vete a la m****a, invita a Spencer ¡No lo olvides!

— ¿Dalton y tu tienen algo? — pregunto en cuanto estamos en zona segura, esperando no ser demasiado entrometido, hay más pinturas, pero no encontramos a más nadie mientras vamos hacia la parte trasera, Angie se ríe y mira hacia atrás, esperando que no estuviera nadie cerca

— Nah, le gusto desde hace casi un año — explica, mira hacia ambos lados y susurra — nos acostamos una vez, pero fue cosa banal, realmente solo somos amigos.

— Que envidia — murmuro, el hombre era impresionante y en lo personal, no había estado con ningún hombre en mucho tiempo, por lo que a decir verdad, lo extrañaba, pero luego de  mi operación, me enfoqué en el arte, y de ahí en adelante, no había tenido más de una relación de pocos meses.

— Como sea es demasiado mandón para mí — dice Angie sacudiendo la cabeza, da un salto mientras llegamos a unas escaleras, las sube de dos en dos — y aquí tienes, el taller

Miro el amplio espacio, ocupa gran parte del segundo piso, hay bloques de mármol y cinceles de todo tipo, me acerco y lo examino, el lugar tenía la luz perfecta para tallar y trabar, hay varias zonas de trabajo, y materiales por todas partes, Angie salta hasta una estación donde toma una cámara. Antes de que pueda reaccionar me toma una fotografía.

— Esta va a la pared — dice señalándola con la cabeza, hay fotos de al menos veinte personas y pequeños grupos, fotos frente a la galería y de exposiciones, Valentine aparece en todas ellas — Spencer, Dalton y yo somos los únicos que seguimos aquí — me dice señalando una fotografía de un club nocturno, levanto las cejas, parecía que todos aquí eran amigos cercanos — él es Trevor, el antiguo escultor — señala una fotografía de un chico rubio de cabello largo y barba, era atractivo y en algunas fotografías estaba junto algunas esculturas realmente buenas

— ¿Que le sucedió? — pregunto intrigado, ella abrió los ojos

— Nadie lo sabe realmente, pero sus manos quedaron destrozadas — Me estremezco, las manos, para un escultor, las manos lo son todo, con ellas se le da vida a la piedra, no me imagino lo doloroso que podría ser, después de haber perdido las relaciones familiares y en algún punto, la esperanza, realmente las manos son lo único que me quedaba, me daba alegría trabajar con los materiales, era lo que me hacía feliz y el dolor de no poder hacerlo de nuevo, era aterrador, por lo que no puedo ni imaginar por el horror que debe estar pasando ese chico Trevor, las manos de un artista son su instrumento, incluso si hay quienes aprenden nuevas técnicas y artistas sin estos de nacimiento, me resulta difícil imaginarme a mi mismo atravesando ese proceso, como alguien que ha estado enfermo, sé que el proceso de recuperación puede ser desmotivante, así que si alguien conseguía superar eso, para mi sería un héroe.

— Angie — ambos nos giramos al escuchar la voz de Valentine, quien nos mira con curiosidad, señala a Angie y le tiende un sobre — los estaba buscando, el señor Hoffman está aquí — Angie salta y deja la cámara y toma el sobre.

— Nos vemos luego Newman — dice antes de salir, le da un beso en la mejilla a Val antes de salir — feliz cumpleaños.

Valentine pone los ojos en blanco y le dedica una sonrisa, se acerca a mí en cuanto estamos solos, sinceramente estoy emocionado, el lugar es espectacular y si Valentine es realmente tan buena como la información que vi en su página web, entonces estaría extremadamente gradecido con ella, para mi esta oportunidad era el cielo. Valentine me sonríe y señala alrededor mientras me muestra el lugar

— Este es el taller, detrás hay una sala de descanso, pero en general puedes utilizar toda la zona, aunque si utilizas horas extras, deberás pagarlo, ya que a veces ofrecemos cursos y necesitamos el espacio si me necesitas, mi apartamento es arriba, en el último piso — explica, doy un vistazo a un par de pinturas tras ella, maldita sea esperaba estar al nivel.

— ¿Cuándo empiezo? — pregunto, emocionado.

— En cuanto traigas las esculturas, por ahora vamos a mi oficina — me dice, y la sigo. Había esperado esta oportunidad durante toda mi vida, en cuanto había descubierto que esto era lo que quería.

En solo dos días, tengo mis esculturas listas para ser expuestas, Valentine había ido a verlas y había quedado encantada

— Estoy impresionada — había dicho justo antes de mostrarme el contrato y finalizar los detalles, había decidido firmar el contrato del 30% en cuanto vi la manera en que trataba a los demás artistas, además de que hice algo de trabajo de campo al interrogarlos a todos sobre cómo era trabajar con Valentine y los números de ventas eran sorprendentes, casi tanto que me hacía reír el pensar en lo que mi padre solía decir sobre que los artistas morirían de hambre, todos los de la galería eran una familia, y vagamente me pregunté si podría hacer parte de ella

Ahora estoy puliendo la escultura más grande, me siento como un padre orgulloso, asegurándome de que estuviera listo para su primera exposición pública, parpadeo al escuchar el sonido de la cámara de Angie, la chica se la pasaba siempre con ella merodeando en busca de un nuevo momento para capturar, era refrescante a demás de fácil el hablar con ella.

— cariño — le digo girándome — lamento desilusionarte, pero a menos que te cuelgue algo entre las piernas, no estoy interesado — digo fingiendo simpatía, ella suelta una carcajada que resuena contra las paredes blancas

— definitivamente me caes bien — asegura — pero no te preocupes, estas solo van a la pared del taller, ya que eres el nuevo y Val me castigó esta mañana por meterme en su cocina, te seguiré todo el día

  — ¿qué hacías en la cocina de Val?  —  pregunto intrigado, la mujer era agradable y divertida, a la par que severa y exigente, pero parecía ser bastante reservada, Angie se encoje de hombros, como si realmente fuera algo que ella haría por diversión

 —  intento ganar una apuesta, todos tenemos nuestra teoría sobre ella — susurra — ya que es oficialmente el primer día que estás aquí, te daré la guía completa sobre la galería Blue Valentine, putero, loquero y estoy casi segura de que bar, porque la cocina de Val tiene un montón de licor

 —  estoy ocupado — digo señalando mi escultura, ella se encoje de hombros antes de sentarse en el piso, justo en el medio de la sala, con las piernas extendidas y su cámara reposando en su pecho, luciendo satisfecha,

 —  eso no me impide hablar — réplica, la miro, confundido por su actitud alegre, no muy seguro de que hacer, las personas no solían considerarme el tipo de hombre que escucha pacientemente, y aunque ella parecía el tipo de chica con la que sería genial chismear, no suelo tener tanta confianza desde el inicio, aunque si ya le había preguntado por su vida sexual con Dalton, por lo que la escucharé, pero de todas formas  vuelvo al trabajo, mientras ella habla

>>— como sea, ya conociste a Dalton, es un buen chico, se desvive por su hija, deberías conocerla, es una bebita adorable, aunque no la trae muy seguido, Dalton es un buen tipo, algo romántico para mi gusto, pero excelente amigo, por cierto, mañana en la tarde vamos a salir todos por lo que deberías venir, estarían Spencer, el de las pinturas de mujeres desnudas, los rumores dicen que se ha acostado con todas ellas,  no me sorprendería, tiene un taller en su casa, ese sí que es un putero si me los preguntas, ese hombre está enfermo — murmura, pero parece divertida cuando habal del chico, yo asimilo la información como puedo, definitivamente la chica no tenía pena de divulgar los trapitos de todos

>>—también falta que conozcas a Sasha y Gina, son hermanas, buenas chicas, Gina es divertida y te encantará, solía trabajar con niños, así que es un amor, pero una vez con dos copas encima, se convierte en una guarra, Sasha no es tan dada a las reuniones sociales, pero es buena chica, a menos que no hagas tu trabajo, ellas se encargan de que a Val no le den infartos — levanto las cejas ante eso — no literalmente claro, también tienes que conocer a Owen, es el segundo al mando por aquí y trabaja con arcilla, aunque Val le ofreció una plaza, él se limita a hacer que las cosas funciones por aquí, lleva las cuentas.

Asiento, escuchando a medias, dando una revisión final al rostro de Alice, sintiendo una punzada de culpabilidad acaricio las facciones de piedra, frías a causa del aire acondicionado, con un suspiro me alejo para estudiarla mejor

— ¿Val es realmente buena? — pregunto con curiosidad, Angie me fulmina con la mirada

— Val es la mejor, y no hablo solo de su trabajo — me asegura, mirando con cariño hacia la entrada de la exhibición, era la única a la que no le había preguntado, así que el momento era perfecto, aunque me divierte su efusividad y forma de defenderla — ella llegó a Nueva York sin nada y aun así nos acogió a todos, hizo más que solo darnos un espacio en la galería.

— yo hablaba de sus contactos — digo incómodo, por suerte para mí, ella no parece notarlo

— oh, claro, ella es una perra irritable, pero te sorprendería la forma en que se gana a los clientes, se vuelve toda sonrisas, ya la verás, tiene mal carácter — murmura como si la idea fuera extraña, Angie señala mi escultura — se parece a ti, ¿es algún familiar?

Asiento, sintiendo una opresión en el pecho, sin pensarlo llevo mi mano hasta la cicatriz del pecho, allí donde latía un corazón que no me pertenecía, había momentos en los que casi podía sentir la diferencia en mi interior, como si latiera a un ritmo diferente que el resto de mi ser.

— mi hermana — me limito a responder, sin querer revelar demasiado, era un tema delicado para mí, aunque realmente había llegado a contarlo más como un hecho y sucesión de eventos, era algo que no estaba cómodo hablando en este luchar, Angie suspira

— tengo que tomarte unas fotos para la página web — dice mirando distraídamente su teléfono por un momento, pero lo aparta y me señala con la cámara — posa, cariño.

Me toma tres fotos y luego empieza a enfocarse en mi trabajo, para el catálogo según me explica, miro el resto de la estancia, había traído algunas esculturas pequeñas que mi antiguo agente no había conseguido vender, algunas no era más que leves bocetos de mis pensamientos, pero las luces y el espacio que tenían, con la luz en los ángulos correctos, era perfecto para que se vieran maravillosas.

Me acerco a una zona donde hay cuatro esculturas diferentes, no son mías, pero son bellísimas, una de ellas es un busto de un hombre anciano que luce una expresión casi de amargura, pero cuando me acerco, algo no está bien, está fuera de foco, la rodeo, abriendo los ojos con sorpresa cuando la imagen del viejo cobra una expresión bondadosa, sonríe y toda la cosa, la examino de cerca, admirado.

— Es una de las de Trevor — dice Angie llegando a mi lado — llegaron esta mañana, Val consiguió que las soltara, llevaba un mes buscando nuevas y él las había mantenido escondidas.

— pues Trevor es impresionante — admito, realmente quisiera conocer al sujeto, la técnica es impresionante — ¿aún viene por aquí?

— no desde el accidente — dice con tristeza, la miro con curiosidad

— ¿Que sucedió? — pregunto de nuevo, preocupado por todo el misterio, pero Angie se pone rígida, como si fuera un secreto que no debería confesar

— No soy quién para decir esto — dice lentamente — ni siquiera sé que pasó en realidad — se encoje de hombros — Solo lo que Val nos contó, ella estaba con Trevor cuando pasó.

 — ¿y no les parece raro?  —  pregunto limpiando mis manos en mis pantalones, posando para la siguiente foto, ella se ríe

 — todo lo que hace Val es sospechoso — se queja tomando una fotografía — tenemos toda una línea de apuestas.

 — ¿cómo cuál?  —  pregunto con curiosidad

 —  bueno, yo personalmente creo que está con la mafia o algo — asegura, pero enseguida se ríe, apartando la idea.

sacudo la cabeza y vuelvo al trabajo, hay poco staff y realmente me gusta le estar alrededor, disfrutando del arte, mientras estamos en el pasillo de las pinturas de Spencer, apareciendo un desnudo y preguntándome si enserio se había acostado con estas chicas cuando una chica alta y castaña entra en la sala, tiene una de esas tablillas de apuntes y enormes lentes, luce atareada mientras murmura y anota furiosamente en la hoja

 —  ella es Gina — anuncia Angie sacando una foto, Gina nos dedica una sonrisa cansada pero agradable

 —  tú debes de ser Scott — me saluda, tiene un radio en su cadera, que resuena con la voz de un chico

 —  Gina, creo que tenemos un problema aquí atrás — gruñe la voz, Angie parece a punto de colapsar y hace un pequeño juego con los pies, luciendo frustrada, me mira como diciendo “¿te puedes creer que me toca lidiar con estas cosas?”

 — ¿necesitan ayuda con algo?  —  pregunto — soy bueno con las manos

 —  oh por Dios — chilla Angie riendo — haces que suene pornográfico

pongo los ojos en blanco, divertido con su forma alegre de bromear con todo, la galería abría dentro de quince minutos y había terminado con mi escultura, así que bien podía ayudar a hacer algo, era extraño como no parecía hacer otras personas aquí además de los artistas y unos cuantos chicos de staff

 — ¿no deberían tener a alguien que se encargue de la fuerza bruta?  —  pregunto a Gina, ella suspira y me mira como su no estuviera segura sobre si decirme o no, al final lo suelta, y parece aliviada de poder quejarse un momento

 —  teníamos más personal, pero todos renunciaron, creen que la galería está embrujada o algo así, los de staff están encargados más de las exposiciones que de mantenimiento

 — ¿Embrujada? — pregunto levantando una ceja, ella asiente y pone los ojos en blanco

—Es totalmente ridículo, pero el rumor corrió entre los empleados y al final se fueron

—Eso es una m****a — digo haciendo una mueca, sin entender como un lugar tan moderno e iluminado como la galería podía dar la impresión de estar embrujada, o al menos lo suficiente como para hacer que varios empleados quieran renunciar

 —  lo es, pero si realmente quieres ayudar, deberías ir con Owen en la bodega — me señala una puerta en una esquina y me indica hacía que lugar debo ir, así que me dirijo al lugar, la verdad no tenía más nada que hacer, y me había dado cuenta de que la mayoría de los artistas se la pasaban rondando, siempre ayudando en lo posible, aunque no tuvieran que hacerlo, la primera vez que había escuchado mencionar esta galería, solían decir que todos eran unos estirados y la mayoría de personas temía estar fuera de lugar.

pero cuando paso por la puerta que me indica, no es la bodega, es una especie de cocina/ sala de estar, con olor a café y una mesa con algunos platos, también había un sofá en el que dormía alguien, levanto las cejas al ver a Val sentada en la mesa, está vestida con un short de pijama y comiendo una dona, o más bien inhalándola, al verme se sonroja y me saluda con la mirada, está respondiendo e—mails

Al ver la escena me doy cuenta de que realmente me iba a gustar estar aquí, el ambiente era acogedor y hogareño, incluso cuando desde afuera todo parecía elegante y lleno de personas prepotentes, como solía encontrarme de vez en cuando en el mundo del arte, el interior era realmente un lugar agradable y con personas de las que esperaba hacerme establecer relaciones de amistad, sería lo que Alice quería.

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