—La echas de menos ¿verdad? — Daniela bromeó.
Simón sonrió algo incómodo.
Daniela dijo: —Se fue al extranjero a estudiar.
—¿Qué? — Simón se sorprendió.
Daniela le explicó: —Necesitamos talento gerencial de alto nivel ahora, debe aprender de experiencias avanzadas, esa fue la decisión de Sofía, no fui yo quien la hizo ir, no me culpes a mí.
—No lo haré, ¿cómo podría culparte por eso? Es una decisión muy importante para la empresa. — Simón sonrió con agrado, aunque aún estaba un poco molesto.
—Se fue al extranjero sin decirme nada, no me llamó ni me envió un mensaje… es increíble. — Pensaba algo curioso Simón.
En ese momento Miguel dijo: —Jefe, te fuiste por meses, finalmente has regresado, ¿no vas a invitarnos a todos a tomar algo?
—Claro que sí, vamos a beber. — Simón dijo con total determinación, y Daniela reservó inmediatamente un salón privado en un restaurante, y todos fueron en grupo.
La noche se alargó demasiado con la bebida y todos se retiraron felices.
De vuelta en Isla Lacust