Waylon tiró con suavidad de la mano de la rubia para sacarla del lugar, pero Ashley inmediatamente quiso interponerse.
— Pero, Waylon, ¡No pueden irse todavía, no han servido el pastel! — Tomándolo del brazo para evitar que avanzara.
Waylon se dio la vuelta y la fusiló con la mirada, la mujer le soltó el brazo al sentir el peso visible de su incomodidad.
— En lo que a mí respecta ya la fiesta terminó aquí, de modo que mi esposa y yo vamos a continuarla en privado, con permiso Ashley, deberías acompañar a tu esposo, seguramente él también tiene planes para esta noche, porque los míos con Lara están a punto de comenzar — Lara no pudo evitar sentirse alagada, y aunque la boda continuaba siendo falsa, era agradable ver como él aparentaba respetarla frente a todos los demás y le daba su puesto como esposa.
Caminaron por los jardines estrechando manos y recibiendo felicitaciones hasta que pudieron entrar en la casa.
Lara estaba desesperada por deshacerse