— Susy… podría ser… — La frase quedó suspendida en el aire como una enorme posibilidad.
— Agrandes problemas, ¡Grandes soluciones, señora!
— ¡Es cierto, Susy! Necesito que me hagas un favor, empácame algo de ropa de Walter y de Teo, nada pesado, algo que me sirva para un par de días, después me las arreglaré, busca los documentos de ambos, pasaportes, DNI, todas sus identificaciones, y pon todo en mi auto, que nadie te vea, Susy, Waylon le ha dado órdenes al personal de informarlo de cada cosa que se hace en esta casa.
— Está bien, señora Lara, haré todo lo que me pide, y si usted quiere, iré con ustedes también.
Lara rodeo en un fuerte abrazo a la mujer y lloró con ella.
— ¡Gracias, Susy! No sabes lo bien que me hace sentir que alguien en esta casa todavía confía en mí.
— ¡Claro que confío en usted! ¿Cómo no hacerlo?
— Entonces, ¡Pongámonos manos a la obra! Hoy mismo debemos irnos de aquí, antes de que Rowdy nos arruine la vida.
Lara se dio una ducha rápida y tomó algo de desayunar q