Waylon y su mujer subieron a la segunda planta con rumbo a las habitaciones, Lara continuaba con la extraña sensación de una bandera roja palpitando en su cabeza y no sabía por qué, pero ahí estaba el malestar, instalándose en su mente con luces en neón, algo le molestaba de la actitud de Rowdy con la salud de su padre, pero no se atrevía a sacar conclusiones tan duras, era su padre, al fin de cuentas, ¿No?
La mirada de Waylon viajó hasta una mesita decorativa a mitad del pasillo entre la puerta de la habitación matrimonial y la puerta de la recámara de Teo, actual habitación de Lara, también.
La rubia notó la añoranza en la mirada triste de su esposo y acercó su mano al hombro para reconfortarlo.
— Era muy hermosa, tú tienes sus ojos…
— Si… todavía me hace falta… — Dejó salir con un tono melancólico — Sé que debería haberlo superado ya, pero no puedo, no sé cómo expresarlo, tengo esa sensación de haber dejado pasar algo por alto con el tema de su muerte.
— No te entiendo, bueno, lo d