Waylon dejó el vaso sobre la superficie del bar y echó a andar hacia la puerta, pero Ashley fue más rápida y levantándose se le interpuso en el camino.
— ¡Espera…! No me dejes sola… no ahora, por favor… — Mirándolo de forma inesperada.
Ella parecía tan frágil… tan vulnerable…
Waylon parpadeó, el estúpido wiski le había nublado los sesos, ¿Ashley siendo vulnerable? Solo podía ser posible en un sueño, y tal vez ni siquiera en uno. Pero ahí estaba, rogando por su compañía de una forma en la que nunca la había visto, y si bien era cierto que ella no era su persona favorita en el mundo, tampoco era como si él fuera un bastardo que dejaría a una mujer en ese estado sola.
— ¿Qué te sucede? — Se atrevió a preguntar.
— No he tenido un buen día…
— Bienvenida a mi mundo, ¡Yo tampoco!
— Lo sé…
Waylon ladeó la cabeza, ¿Ella estaba siendo condescendiente? Eso sí que era nuevo.
— Sé que Lara está sufriendo mucho por su hermano y que te arrastra a ti en el proceso… — Dejó salir como si lo comprendie