La velada en el estudio no fue más amable que la del comedor, comieron el postre, tomaron un trago y conversaron largo rato, pero la conversación giró sobre todo alrededor de la pronta cirugía de Teo, mientras Ashley continuaba con los ojos sobre Waylon y se fruncía de envidia cada vez que él tenía algún gesto amable y cariñoso con su mujer.

Walter apenas notó el desagrado de su nuera, estaba demasiado contento con la noticia sobre la intervención quirúrgica del pequeño como para detenerse a mirar las malas caras de Ashley.

Además, había llegado a conocerla lo suficiente como para saber que la mujer de su hijo adoptivo nunca estaba contenta con nada, siempre quería más y más, y ahora lo que anhelaba era ser el centro de atención, o al menos eso decía el informe que su investigador privado le había hecho llegar con cada entrega semanal desde que se dedicó a investigar a cada una de las mujeres por separado. Decía que era una chica de carácter voluble, con grandes ambiciones monetarias