Dalila
Había visto el celular ya un par de veces cuando fui al jardín y no había nada nuevo.
No había respuestas a mis preguntas y a mis deseos más preocupantes.
No había información de sí, nosotros seguíamos comprometidos o no. Y, en fin, ese estúpido aparato era un simple recordatorio de que yo, sin duda… a él no le importaba.
No importa si yo lo amaba o no, si yo hubiese creído realmente en él y hubiese dado todo por él, puesto que yo a los ojos de Ernest Smith no era nada. Solo un medio para un fin.
Yo era Dalila Ferrero.
Y muy dentro de mí sabía que tenía que enterrar Nadia Díaz.
Mi mundo tranquilo había terminado y esta pesadilla recién comenzaba
Era como un duelo para mí. Nadia Díaz, la prometida de Ernest… había muerto y con ella todos mis sueños.
Justo esta noche me había levantado para comer algo, con muy poca fuerzas y encontraba algo interesante en la cocina, algo que no esperé que me pudiera dar alivio: una botella de whisky.
La desgraciada botella olía