—¿Acaso estás loco?, seguro se te safo un tornillo o te caíste mucho de pequeño. —niega—. Yo no puedo casarme contigo, eso es una locura.
—Claro que es una locura, pero una en donde ambos obtenemos beneficios.—Me niego a seguirte en este juego, no lo puedo aceptar. —se levanta para caminar de un lado a otro mientras masajea su sien con desesperación—. A ver un ejemplo, que quede claro que es solo una posibilidad. Si acepto tu trato debemos hacer una especie de contrato donde vas a especificar una serie de cláusulas ¿verdad?Asiento con un movimiento de cabeza.—Créeme que es la mejor solución para los dos. Estaría dispuesto a aceptar tus condiciones siempre y cuando tú también aceptes las mías.—Esto es algo que no se puede hacer de la noche a la mañana ¿Cómo le vas a explicar a tu familia de nuestra repentina rela