Capítulo 32. El mejor para tí.
Ya en el hotel aprovechamos a descansar un momento, Elena estaba tan exhausta de todo el recorrido que apenas entramos a la habitación fue directamente a la ducha. Mientras se relajaba hice una llamada, había pensado en un lugar que estaba seguro le encantaría y para eso necesitaba de un buen amigo y un favor de su parte.
— Bien, entonces vamos a esa hora. Te agradezco mucho Arturo, nos vemos pronto.
— ¿Alessio? — la voz de Lena me sobresaltó — ¿Con quién hablabas?
— Estaba hablando con un amigo, una sorpresa que tengo para tí. Esta noche luego de nuestra siesta ponte algo lindo que tengo algo preparado para los dos.
— Como que tienes amigos por todos lados ¿No? — me dice sonriendo y yo simplemente me encojo de hombros. — Estoy muy ansiosa con que sea la noche.
Ambos caímos rendidos en la cama, el recorrido por el centro de compras y luego recorriendo algunos lugares turísticos que nos quedaban de paso nos había dejado por completo exhaustos. Escaparnos de la villa en la madrugad