Brittany se sorprendió cuando conoció al perfumista con el que se puso en contacto. En primer lugar, no esperaba que "él" fuera una mujer. En segundo lugar, la información del perfumista decía que la mujer tenía unos cincuenta años. Sin embargo, la mujer parecía tener unos treinta años. Si su edad estaba de acuerdo con la información, entonces la mujer tenía una excelente rutina de cuidado de la piel.

—Hola, Señora Walters —Brittany saludó cortésmente a la mujer.

La mujer sonrió.

—Soy Angeline Walters. Prefiero que la gente me llame solo Angeline.

—Hola, Angeline. ¿Qué te gustaría? —Brittany rápidamente cambió la forma en que se dirigía a la mujer y se sentó frente a ella.

—Cualquier cosa está bien —dijo Angeline. Sus ojos estudiaron a Brittany de cerca. Era como si la estuviera revisando de pies a cabeza.

Brittany se sintió incómoda cuando instintivamente agarró el dobladillo de su blusa.

—Relájate, no necesitas estar nerviosa. Solo estoy estudiando tu carácter y aparie