Lily había bebido demasiado alcohol una vez cuando salió con Jenny y Olivia y, desde entonces, no se permitió volver a emborracharse. Por eso solo bebía con moderación en ese momento, a pesar de la celebración.

“¡¿Por qué no beberías en una ocasión tan feliz?!”. Olivia extendió su mano para quitarle el vaso a Lily. “¡Tómate una copa! Te llevaré de vuelta a casa si terminas borracha”.

“Olvídalo. Prefiero irme por mi cuenta”. Lily apenas logró llegar a la puerta la última vez que Olivia la llevó a casa, pero afortunadamente, se topó con Alexander.

Olivia se dio cuenta inmediatamente a qué se refería Lily y le aseguró: “¡Esta vez será diferente! Si esta vez no puedo moverte, llamaré a alguien para que venga a buscarte”.

Jenny, que estaba a un lado escuchando, sacudió la cabeza e intervino: “Deja de intentar que beba. No es nada bueno, ¿sabes? Ah cierto… Lily, tengo curiosidad. ¿Qué estabas esperando que sucediera exactamente? Estoy segura de que no reuniste todas estas pruebas hoy; as