Sorprendido por la actitud de Lily, Nathaniel solo asintió una y otra vez.

“Sí, sé que no lo hiciste. Pero incluso si lo hubieras hecho, el incidente no puede ser tan simple como un aborto espontáneo. Después de todo, tú...”. Cuando Nathaniel se encontró con la mirada de Lily, se atragantó. “Después de todo, yo también lo he experimentado, y sé de lo que eres capaz”.

Lily puso los ojos en blanco ante Nathaniel y no se molestó en responder a lo que le dijo. “Nate, no me importan los trucos que estén tramando, y no me importa por qué se están peleando. No tiene nada que ver conmigo. La traje al hospital y te pedí que vinieras para pagar las facturas médicas. Solo quiero dejar las cosas claras. Si vuelves a molestarme, no me culpes por ser grosera”.

“Vámonos”. Lily solo había querido aclarar las cosas, pero acabó sintiéndose asqueada al enfrentarse a esos dos de nuevo.

“¡No te vayas, Lily!”. Nathaniel extendió repentinamente la mano para agarrarla, pero Lily la apartó rápidamente, si