—En serio, Lucas, ¿qué crees que estás haciendo? —exclamó Sophia, su voz temblorosa y cargada de dolor.
Sus ojos, llenos de lágrimas, reflejaban la profunda herida que sus palabras le habían causado.
Lucas mantuvo la mirada fija en Sophia, una mezcla de frustración y determinación en su rostro. Con una media sonrisa, respondió con voz entrecortada:
—Contar la verdad, Sophia. Ya no puedo seguir ocultando la realidad.
Sophia se sentía aturdida, con el corazón roto por las palabras hirientes de Lucas.
Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, su voz apenas un susurro cargado de desesperación:
—No puedes hablarme así, Lucas. No merezco ese trato. Si alguna vez me amaste, por favor, detente.
El pequeño Liam, quien había permanecido en silencio durante toda la conversación, se acercó a Lucas en un instante, movido por la intensidad del momento.
Con una mezcla de ira y tristeza en sus ojos, su mano temblorosa buscó algo, cualquier forma de aliviar el dolor de Sophia. Pero sus palabra