La familia Chadburn salió de mi casa poco a poco, solo quedamos Alina y yo. Cuando ya estábamos solas me dijo:

—¿Cómo aguantas a Miriam? Es tan presumida.

Me parecía más que obvio que no se llevaba bien con la esposa de su hermano, y, aunque Alina parecía ser muy alegre, las palabras de Miriam aun rondaban por mi mente, realmente, no sé qué esperar de los Chadburn, su desenfadada manera de ser y su exceso de confianza, no me resultan muy agradables.

—Con Ethan y conmigo ha sido un ángel…en realidad, creo que es una buena persona — respondí con sinceridad.

Vi como la chica arrugo el ceño, pero, de inmediato cambio su estado de ánimo y comenzó a decirme lo emocionante que era tener un sobrino, de la ilusión de Arlen por tener un hijo, y muchos otros detalles sobre su familia. Alina daba la impresión de ser una chica muy fresca e inocente, se notaba que había crecido en una cuna de oro, no conocía nada del mundo real y su vida parecían ser solo compras, amigos, chicos lindos y solo eso,