CAPÍTULO 80: EL SEGUNDO ERROR
Andrew
La casa está demasiado en silencio, incluso para alguien como yo, que suele buscar el aislamiento cuando todo amenaza con venirse abajo. Está lejos de la ciudad, rodeada de árboles torcidos y un cielo que no parece cambiar nunca, como si hasta el clima supiera que algo está mal. Vine aquí creyendo que, una vez fuera del camino Derek, todo encajaría, que Maddison volvería a verme y el mundo volvería a girar como debía, pero no, el maldito plan no funcionó.
La boda nunca se celebró, ni siquiera llegó al altar y no sé qué me duele más, que no se casara conmigo o que se fuese buscándolo a él, porque en el fondo, aunque no lo diga, sé que ella lo ama. No importa cuántas veces intenté demostrarle que yo era el indicado, siempre lo miraba como si fuera la respuesta a una pregunta que yo nunca entendí.
Desde que me escondí aquí, no he dormido más de dos horas seguidas. Los primeros días me los pasé pegado al teléfono, esperando que ella llamara, que supier