‘Debo hacer algo o esto realmente escalará a problemas legales y lo que menos necesitamos es ser más el centro de atención.’ Me digo mentalmente.
— Es suficiente. Esto es un problema de niños, no necesitamos hacerlo más grande. — digo levantándome con Taddeo, quien se aferra a mí.— Lo dice quien se atrevió a pegarme. — dice la señora Armani.— Agradece que fue una bofetada, yo en su lugar, te hubiese arrancado la lengua para que no tuvieras como decir locuras. — responde su esposo.— Le pido disculpas por ello. Aunque no fue correcto que llamara al pequeño como lo hizo, no fue propio de mí amenazarla y mucho menos, golpearla. Pido disculpas por ello.— ¿Cómo lo llamó?— Bastardo. — dice Taddeo y yo quiero callarle la boca.‘A mala hora mejoró su forma de hablar.&rsquo