Despertó por la molesta luz que entraba a la habitación desde la enorme ventana,abrió sus ojos con lentitud acostumbrando a su vista a la fuerte luz solar. Movió al chico a su lado de una patada y se levantó para ir corriendo al baño,Ethan en el piso no dejaba de maldecir.
—Maldito mocoso—se paró y volvió a acostarse.
Tocaron la puerta y el azabache dejó ir un gruñido.
—¿Por qué vienen a molestar justo hoy?—cubrió su cuerpo por completo con las blancas sábanas ignorando el ruido.
—¡Ethan!—al escuchar la voz de su prometido saltó de la cama y corrió a abrir la puerta con rapidez.
Si,era mandado por su prometido como un perrito ¿Y qué?.
Al abrir la puerta una joven saltó a sus brazos,Ethan sonrió y la abrazó con fuerza.Su perfume inundó sus fosas nasales,amaba el suave olor a miel que emanaba de su cabello y debía admitir que cuando la chica sonreía sentía su corazón derretirse. La amaba desde el primer momento en que la vió,pero...
—¿Ethan?—la voz de