SAGA AMOR INMORTAL Después de la traición de su esposo y mejor amiga. Isla necesita desahogarse y su mejor manera es en un bar de mala muerte. Lo que ella no esperaba era que el Capo de la mafia siliciana la salvara. Ella tiene una deuda y debe pagarla. Darle un hijo al hombre más poderoso del mundo es su pago, pero lo que ella no imagino era enamorarse de él y sufrir lo que jamás había sufrido, ¿Lograra salvarse? ¿O el también caerá y ella más nunca podrá huir de sus garras?
Leer másMe observo en el espejo sin poder creer que me haya animado a utilizar este tipo de ropa, Me cuesta mucho usar ropa sexy, pero hoy quería arriesgarme, estaba de aniversario con mi esposo, así que era la ocasión perfecta para hacerlo.
Decidida subo a la habitación para poder esconderme mientras él llega, como una chica pequeña me escondo detrás de las cortinas de la habitación y en ese preciso momento siento el sonido de la puerta. Observo con mis ojos llorosos como mi esposo y mi mejor amiga entran casi desnudos besándose apasionadamente. Mis manos me tiemblan y todo mi cuerpo igual, rápido salgo de mi escondite para poder enfrentarlos —Saúl, ¿Cómo pudiste hacerme esto?— Él se aleja de la que era mi mejor amiga, y me observa de arriba abajo como si fuera un bicho raro. —¿Qué rayos haces vestida así?. Sonrío negando porque no puedo creer que él me diga algo como eso cuando acabé de encontrarlo siéndome infiel con la que era mi mejor amiga. —Te ves ridícula en esa ropa, ¿no te das cuenta de que eso no es para mujeres como tú?. Aprieto las manos con fuerza a mis lados cuando escucho la voz chillona de la que decía ser mi amiga. —¿Y para mujeres como tú sí?, No te importó que él sea casado y mucho menos mi esposo, aun así te metiste con él, ¿Qué tipo de mujer eres?— Ella rueda los ojos como si no le importaran mis palabras—. Además, esto que tengo puesto me lo regalaste tú— Digo señalando a Saúl, él simplemente se queda callado y aprieta los labios para no reír. —Estás muy equivocada, querida, lo que tienes puesto es mío, se me quedó aquí una de las tantas veces en que me cogí a tu esposo en tu cama. Sollozo con fuerza porque no puedo creer que ellos hayan hecho esto, ¿cuánto tiempo llevan juntos?. —¿Eso es verdad Saúl?— él me observa con aburrimiento y desinterés. —No entiendo cómo se te ocurre pensar que yo te regalaría algo así a ti. Abro las manos con fuerza y dejo que las lágrimas que estaba deteniendo, se derramen por mis mejillas. —Como fuiste tan cínico de regalarme algo que usa tu amante. —En realidad no te regale nada, tú lo viste y dedujiste que te lo había comprado a ti, pero jamás dije que era así—aprieto con fuerza las manos porque en serio no puedo creer que el fuera capaz de hacerme esto. ¿Cuánto tiempo llevaban juntos?, no puedo controlarme y simplemente me lanzo contra la mujer que dijo ser mi mejor amiga por mucho tiempo y tomo su cabello en mi mano para jalarlo fuertemente, estoy enojada y humillada, me siento traicionada y lo peor fue que lo hicieron las personas que más quería y decían quererme, todo fue mentira —¡Suéltame m*****a loca!. Aprieto con fuerza mi agarre, pero siento como Saúl me toma el brazo para que suelte a su m*****a amante y luego me voltea para abofetearme con fuerza. Mis ojos se llenan de lágrimas y me toco mi mejilla por el dolor y ardor tan grande que ahora mismo estoy sintiendo. —Quiero que te largues de mi casa ahora mismo, no es la primera vez que estamos juntos, llevamos mucho tiempo y tú solo eres la mujer que necesito para aparentar, además de que ni un jodido hijo puedes tener, toma tus cosas y lárgate de mi casa —abro la boca porque no puedo creer eso, prefiere correrme a mí de nuestra casa, porque también es mía y usar la perdida de nuestro hijo para defender a esta mujer, es bajo y atroz. —¿La estás defendiendo a ella? —Asiente. —Sí, la defiendo a ella, no pienso repetir las cosas dos veces, lárgate de mi casa ahora mismo. Asiento, aunque sean las diez de la noche y deba dormir en la jodida calle porque no tengo a donde ir ni mucho menos tengo quien pueda ayudarme, di la vuelta observando con dolor y tristeza como el hombre que pensé era el amor de mi vida y con el que compartí cinco años de mi vida termino siendo un hijo de su madre traicionero que solo quería una estúpida para tener en la casa como una sirviente, parece que esa resulte siendo yo, no puedo creerlo aún. Observo la casa que fue mi hogar por cinco años con nostalgia y un par de lágrimas caen por mi rostro. Abro la puerta y el frío de Londres me estremece con fuerza, pero no puedo quedarme más aquí, así que con solo un abrigo y en ropa interior, camino por la calle sin mirar atrás, esto me parte el alma y me enseño que nadie es lo que parece. No sé por cuanto tiempo camino, solo sé que ahora estoy frente a una pequeña taberna de un barrio en el que no sé cómo llegue, estaba tan perdida en mis pensamientos y dolor que no mee di cuenta de por donde estaba caminado. Suspiro metiendo las manos en los bolsillos del saco que tengo puesto y sin yo pensarlo encuentro un par de billetes, entro al bar caminando hasta la barra donde una mujer con un par de tatuajes me observa con una ceja alzada —¿Estás perdida chica?. Aprieto con fuerza las manos porque ahora mismo lo que menos quiero es personas jodiéndome por mi apariencia. —Quiero un vaso de whisky doble. Levanta una de sus cejas en mi dirección y mirándome unos segundos más se da la vuelta para servir lo que le pedí. Cuando me lo coloca enfrente, también saco el dinero y lo coloco en la mesa. —Creo que eso alcanza para una botella. Los toma y contándolos asiente con una gran sonrisa en el rostro. No sé cuanto tiempo paso, solo sé que el alcohol se apoderó de mi cuerpo y todo me da vueltas, creo que ya estoy más que tomada, así que sin más me levanto de la silla para poder salir del lugar —Deberías llamar a alguien, no estás en condiciones de salir así, puede pasarte algo—río en dirección de la mujer que me observa desde la barra —No tengo a nadie que se preocupa por mí, estoy sola. Sus ojos me regalan una mirada de compasión y ahora mismo eso es lo que menos necesito. Salgo del lugar recibiendo de nuevo el frío de la ciudad que hace que mis mareos sean más fuertes, suspiro intentando observar la calle para poder buscar algún lugar en el que pasar la noche y camino hasta un callejón sin darme cuenta de nada —Pero miren esa hermosura que nos trajo la noche. Achicó los ojos para poder ver de donde viene esa voz, y observo como frente a mí unos hombres de vestimenta sucia y con mal olor se acercan —Déjenme tranquila, solo quiero dormir—sonríen acercándose cada vez más a mí y mi cuerpo empieza a temblar por el miedo que se apodera de mi cuerpo —. No se acerquen, se los advierto— los hombres solo me observan riéndose y veo como uno se acerca rápidamente. —La chica creo que digo que la dejaran tranquila. Observo detrás de mí y veo a un hombre muy guapo con un traje de etiqueta y algunos tatuajes en sus dedos y cuello, su mirada es imponente e intimidante y cuando los hombres frente a mí lo ven, tiemblan en su lugar. —Lo sentimos padrino, no queríamos molestarla, pensamos que era una puta del lugar—aprieto con fuerza los dientes —No soy ninguna jodida puta, imbécil. Siento como una presencia se coloca a mis espaldas y no sé por qué, pero me hace temblar con fuerza. —Lárguense de aquí ahora mismo, si en cinco segundo no se han largado, voy a pegarles un puto tiro. Ellos asienten repetidamente y desaparecen con rapidez, suspirando me doy la vuelta para verlo a los ojos y en ese momento todo me da vueltas de nuevo, el susto por pensar que iban a violarme o algo así, hizo que la borrachera desapareciera rápidamente, pero de la misma manera en como se fue, regreso. —Gracias por lo que hiciste, no tengo dinero como pagarte, pero espero que con mis agradecimientos baste. El hombre hace su cabeza para un lado para mirarme fijamente y en serio que eso hace que todo mi cuerpo se caliente con rapidez. Dios creo que el alcohol está haciendo estragos en mí ahora mismo. —No tienes nada que agradecer, solo estaba haciendo la caridad del día, no deberías de andar así y mucho menos sola picola ragazza. Levanto una de mis cejas en su dirección, ¡Mierda¡, el hombre es italiano y qué sexi se escuchó eso, aunque no sepa qué razón dijo! —¿Qué fue lo que dijo?—él sonríe levantando la comisura de su labio en mi dirección —No importa, creo que deberías llamar a alguien para que venga por ti. Sonrío, recordando lo sola que estoy, y otro mareo se apodera de mí, haciendo que me agarre con fuerza del brazo del hombre. —Creo que voy a desmayarme ahora mismo —me observa con confusión y es lo único que veo antes de dejarme llevar por la oscuridad.RecceObservo a mi hermano al rostro mientras Dimitri arranca uno de sus dedos haciendo que grite con fuerza, la rabia que recorre todo mi cuerpo no me deja estar tranquilo, ha pasado un mes desde que enterramos a mi hermana y mi madre, las cosas no han estado bien, me aleje de todos y paso día y noche aquí torturando y masacrando a golpes a Roce.—Basta… Es suficiente, mátame ya —rio negando. —No creas que te dejaré las cosas tan fáciles, vas a pagar por todo lo que hiciste.—Llevas un mes castigándome… Recuperaste tu imperio… Eres de nuevo el capo más temido y respetado del mundo, ¿no es suficiente?Jamás será suficiente, él me arrebató un año al lado de mi mujer e hija, hizo que mi hermano dejara de ser ella misma después del trauma que vivo cuando nos secuestraron, la alejo de su hija, y ahora la mato junto con mi madre, no pienso dejar que muera sin sufrir antes. —Mereces mucho más, no puedes morir sin antes sentir todo lo que sintió la gente que lastimaste, las mujeres inocent
Observó entre las montañas algo que llamó mi atención y un reflejo de luz viniendo de lo alto hace que detenga a todos y me quedé mirando mejor el lugar. —¿Eso es un faro de luz? —digo a Dimitri a mi lado. —Creo que es una cámara, no se puede ver bien, pero un faro no daría un tipo de luz tan lineal. —Están allí, tenemos que subir —Asiente y con cuidado empezamos a subir la montaña. Mi ansiedad y angustia cada vez es más, pero no puedo perder el enfoque, ellos me necesitan y si me pierdo en mí todo valdrá m****a. Entre más nos acercamos más nos damos cuenta de que es un tipo de bodega subterránea, pero eso no llama mi atención tanto como el sonido de disparos y más. —Aprensen, algo no está bien, tenemos que darnos prisa. Todos hacen lo que digo y sin ningún cuidado rompemos la puerta para entrar y ver una guerra campal, el maldito FBI está aquí, ¿cómo rayos lo supieron?, gruño y como puedo entramos entre las balas alejándonos de ellos para poder buscar a Reece y Artemisa.
Isla No podía dejar de ver el cuerpo sin vida de mi mejor amiga, Aurora fue tan buena conmigo, jamás me traicionó y nunca dejo de creer en mí, tenerla entre mis brazos muerte, la sensación más asfixiante que he podido sentir. Roce es un maldito hijo de puta, está más enfermo de lo que creíamos, Recce y Artemisa se fueron con él y la angustia de saber lo que puede estar haciéndoles me carcome por dentro. —Por Dios, ¿Qué rayos paso? —levantó la mirada de mi amiga para observar al frente a Damion, Melisa, Dimitri y mi hermana entrar observando la escena asombrados. —Roce, eso pasó, el maldito está más desquiciado de lo que creíamos, mato Aurora y se llevó a Reece y Artemisa, pensábamos que odiaba a Reece, pero todos estábamos muy equivocados, el maldito también se enamoró de su hermano o su maldita mente enferma cree eso. —Mierda, esto es más grande de lo que creíamos —dice Dimitri abrazando a mi hermana que está llorando mirando el cuerpo de Aurora —. ¿Dónde está Artem? —En el sót
Reece El cuerpo de Isla tiembla y parece estar en shock, creo que lo jodí al haberle dicho que el hermano está muerto de la manera en que lo hice, pero no podía seguir escondiéndole nada, si lo volvía hacer sabía que ella sería capaz de quitarme la polla.—¿Dónde está?—En casa de tus padres, lo encontraron en un callejón de Moscú torturado y con sobredosis, pero no fue esa la causa de su muerte. En el bolsillo de su pantalón había una nota, si mi madre y yo no nos entregamos seguirá matando. —No pienso dejar que hagas eso, Sergi era mi hermano y lo quería, pero no puedo perderte a ti o Artemisa, son mi familia, ella es como la madre que jamás tuve. «Una persona cuerda no querría ni en pintura a la mujer que la colocó en una jaula con una pantera, pero en definitiva mi mujer no es normal».—Estoy controlando todo eso, nena, nada pasará, pero tus padres no pueden seguir en Rusia, necesitan estar aquí, tu padre perdió el poder de su país, no puede estar en un lugar donde lo están ca
Isla Estaba furiosa, tenía mucha rabia, no podía entender como Reece podía dejarme por fuera de esto, no era justo que me escondiera cosas tan importantes como lo qué pasó con Melisa, era mi madre, aunque nuestra relación no fuera la mejor, lo era y no podía olvidarlo. Ahora las cosas cambiarían, estaba esperando otro bebé, tenía un hijo mío y de Reece en mi vientre y tenía que cuidarlo como fuera. Escucho la puerta siendo abierta y ruedo los ojos imaginando que es Recce y si es así voy a mandarlo a la mierda porque aún sigo enojada con él, pero todas las palabras que quería decirle quedan en mi garganta cuando veo a Artemisa en la puerta con una gran sonrisa.—Tú en realidad sí que quieres que tu hijo te mate.—Si eres dramática, tuve que volver, las cosas con Ana no estaban bien y su padre nos encontró —gruño cuando escucho eso, maldito Roce que no se da por vencido. —¿Les hizo algo? —Niega.—No tiene las pelotas para enfrentarse a mí, parecía un niño pequeño cuando se dio cuent
Pasa por mi lado golpeando mi hombro. A veces quisiera que dejara de estar salvando a todo el mundo, ella no entiende que muchas veces no es posible y simplemente tenemos que dejar que las cosas pasen y ya, no podemos ser el héroe de todos. La dejé que pensara las cosas y que su rabia menguara, ahora necesitaba que el médico la revisará y nos dijera si era verdad, si Isla estaba embarazada la alejaría de todos, se iría con mi hija así no lo quisiera hacer, y cuando todo esto acabara, me reuniría con ellas porque no pensaba perderlas de nuevo. Entró a su habitación con el médico y la encuentro en la cama jugando con nuestra pequeña, sus ojos se ponen en los míos y bufo cuando me observan con rabia. —Deja la estupidez y pon de tu parte, el doctor te va a revisar —Asiente rodando los ojos.—Buenos días, señora O’Sullivan, ¿podría por favor recostarse?, le haremos un ultrasonido. El doctor entra a la habitación con sus aparatos y se sienta al lado de mi esposa para poner un gel en un
Último capítulo