Mientras el especialista y su equipo estaban con Henley, todos decidieron ir a la sala de espera del pasillo donde la habían trasladado. Cuando entraron, un miembro del personal acababa de preparar café.
- Pensé que le gustaría - dijo tímidamente.
- Gracias - contestó Ari - . Ha sido muy amable.
Vickie sonrió: - Pero sólo si te tomas una taza con nosotros.
Le devolvió la sonrisa a Vickie y se volvió antes de marcharse: - Quizá más tarde. Le diré al doctor que están aquí.
- Gracias - respondió Celeste. Cuando la joven se fue, se sentó en el pequeño sofá, mientras Grayson y Ari se sentaban junto a la mesa.
Pero Vickie colocó cuatro tazas de café en el mostrador. - Todos, ¿cómo tomáis el café?
Ari sonrió, agradecida de que su amiga hubiera venido.
- Toma. Yo te ayudaré. Tú ve preparando el tuyo - ofreció. Preparó el café de su madre tal y como le gustaba: dos cremas, un azúcar, y se lo entregó. Entonces se dio cuenta de que no tenía ni idea de cómo tomaba el s