LAYLA:
Un profundo silencio nos abraza a todos mientras el vehículo permanece con las gomas mirando el cielo.
—Jajaja, eso estuvo de locos… ¿Te encuentras bien niño?
La voz de Claudia nos trae a todos a la realidad y los primeros suspiros y quejas empiezan a escucharse.
—No soy un niño jodida loca… Ya suelta mi pen4.
Se queja Rafael y todos nos quedamos en estado de shock ¿Qué dijo?
—Oh, perdón no estaba viendo que tocaba.
Habla Claudia para luego girarse e intentar salir.
—¿Están todos bien?
Pregunta Galed pateando la puerta para abrirla.
—Eso creo.
Menciono mientras observo a todos.
—¿Estás bien? ¿No estás herido?
Le pregunto a Dan que no ha dicho ni media palabra y este niega escaneandome aún en medio de la oscuridad.
—Estoy bien.
Dice con la voz ronca y muerdo mis labios… Uuufff.
Salimos como podemos del arruinado auto y siento una mirada asesina en mi persona.
—Debemos movernos, es un peligro quedarnos en este lugar.
Digo observando el extenso y oscuro bosque a mi alrededor.
—Lay