- Nadie va a venir al puto baño mientras estemos aquí y lo sabes.
- ¡No puedo creer que hayas cerrado la puerta!
- ¿Por qué crees que vine a este restaurante en el fin del mundo, Bárbara?
Arqueé una ceja, confundida.
- Por tí. Me miró a los ojos, acercándose de nuevo.
- ¿Me sigues, Héctor?
- Un poco... Sólo un poco. Necesito saber si todo está bien, Bárbara. Y que no estás con Sebastian.
- No puedo darte esa garantía.
- ¿Como estas?
- Que no estoy con Sebastian. Lo miré a los ojos.
- ¿Qué quiere de mí? Pregunta, y lo haré.
- Hubo un momento en que realmente quería sacar a Cindy del camino. Ahora no me importa. No quiero seguir con esto más, bajo ninguna circunstancia. Yo no creía en los cambios repentinos y ahora creo aún menos. Me demostraste que la gente no cambia.
- ¿Seré alguna vez comparado con tu maldito ex?
- Sí... Y te servirá de comparación para el próximo.
- No habrá una próxima. Tomó mis muñecas y presionó su cuerpo contra el mío.
- Sebastián ya es el siguiente. La cola se