Capítulo 18
Dicen que cuando las personas están al borde de la muerte, antes de tocarla, una luz blanca las ciega y luego van al cielo. En mi caso, había sentido un disparo, sin dolor absoluto y aun no veía nada delante de mi. Había calma y paz, hasta que el ruido de unas sirenas me aturdió.

Abrí los ojos de golpe y ahí estaba, con mis manos creando una especie de pared entre la realidad y yo mientras Sam tiraba el arma al suelo y levantaba las manos. Delante de mí nuestros dos atacantes yacían unos con una bala en la sien y el otro con golpes y sangre por todos lados.

Las lágrimas me invadieron y comencé a llorar como loca. Alguien me colocó una manta por la espalda haciéndome dar un brinco y como si fuera mi soporte emocional me apreté contra el cuerpo y dejé que me llevara cargada hasta una de las ambulancias que tenían las puertas abiertas detrás de mi en el callejón.

-¿Estás bien? -El paramédicos me sacó de mis ideas.

Solo asentí y comenzó a examinarme.

A lo lejos Sam le explicaba a la p
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App