18. Un nuevo entrenador
Desde el interior del escudo, Anthony escuchaba los impactos incesantes sobre la superficie de diamante. Al principio, confiaba plenamente en la fortaleza de su defensa, pero cuando comenzaron a aparecer pequeños rasguños en el cristal, comprendió que estaba en verdadero peligro. Serena tenía razón: si sus esquirlas alcanzaban la velocidad suficiente, podrían romperlo. Aun así, él también tenía su as bajo la manga: podía regenerar su escudo cada vez que se deteriorara.
—Muy bien, alto chicos. Es evidente que hemos entrado en un bucle infinito. Ambos pueden regenerar sus técnicas, lo que convierte este combate en un empate —dijo el profesor Abel con calma y autoridad.
Abel poseía una habilidad particular: podía ver más allá de la magia superficial, identificar cada técnica utilizada, calcular el consumo mágico y observar en tiempo real cómo se agotaban las reservas de cada combatiente.
Serena dudó por un momento si debía detener su ataque, pero luego recordó que ya no estaba en una misi