Dante estaba vivo.
Todavía no sabía cómo lo había hecho, ni que había pasado, pero le había salvado la vida.
Salte encima de él, dándole besos por todas partes, abrazándole, toándole... para asegurarme de que de verdad estaba a mi lado, que no eran imaginaciones mías.
- Me has salvado la vida. –Me volvió a besar.
- Pero... ¿Cómo lo he hecho? ¿Qué es lo que ha pasado? Todavía no logro comprenderlo.
Mi cuerpo y el de Dante todavía brillaban, no como antes mientras le había curado, pero aun emitían un ligero resplandor que iluminaba la cueva.
- Creo que es a esto a lo que se refería la profecía. "No será un hijo de la Luna, será su magia..."
- ¿Qué profecía?
- "... y su magia nos salvara a todos de la oscuridad"
- ¿Qué magia?
Miraba a Dante con los ojos abiertos, incapaz de entender de qué profecía estaba hablando a que se refería con esas palabras que estaba diciendo.
Él todavía estaba débil, aunque su herida se había curado por completo, su cuerpo todavía estaba debilitado, la magia qu