capitulo 31

Raffil estaba sentado en el asiento del copiloto, observando a Victoria mientras ella dirigía su mirada hacia afuera, perdida en sus pensamientos. De repente, él notó que su atención ya no estaba en él, así que decidió tomar su mano mientras continuaba manejando. Victoria sintió el cálido contacto de su mano y se volvió hacia él, tratando de entender la razón de su repentino calor interno. No podía comprender por qué el simple roce de su mano le provocaba tal sensación. Ella lo miró fijamente, sujetando su cuello con la otra mano, permitiendo que su mirada lo explorara en un intento por descifrar y atravesar la barrera que se interponía entre ellos. Era evidente que algo más estaba sucediendo en ese momento, algo que ninguno de los dos podía ignorar.

Él condujo hasta su residencia y al llegar, bajo la luz. Victoria, caminaba con pasos lentos. Sin embargo, él la cargó nuevamente para introducirla dentro. Desde la puerta, lo había detenido y se dispuso a poner su mano en su cuello. No i
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