Me atraes y me alejas, me confundes y me enredas. Me siento perdida y sin salida, atada a tu piel y sin deseos de soltar tu boca.
Isabella
No es tan fácil —, esa frase continúa dando vueltas en mi mente mientras Someone Like You de Adele suena de fondo. Mi corazón late frenético por su confesión, pero algo dentro, más profundo, me insta a ser precavida, a no dejarme caer sin paracaídas a ese abismo que Alexander me promete cada vez que me toca.
Creo que es tarde para las prevenciones, ya voy en picada y sin más salvación que sus caricias. Antes de entrar a la sala VIP, mi sexy jefe me hace un resumen rápido sobre el propósito de la próxima reunión. La verdad es que todo lo que me dice es bastante escueto y sin argumento suficiente. Entiendo que la oportunidad se presentó de imprevisto, por lo que no tuvo la oportunidad de elaborar una propuesta más clara y ahora a mí me toca improvisar.
—Es una mujer hermosa, inteligente y rubia —pronuncia despectivo el hombre delante de mí en francés