Me pierdo en esa pasión que se desliza por tu piel, me hundo en la humedad de tu cuerpo, me convierto en adicto de tu sabor, de tu aroma, de tu lujuria.
Alexander
Pierdo el control cuando veo a Isabella desmayada en el piso. La furia explota dentro de mi pecho provocando que vea rojo. Me giro hacia el tipo que se atrevió a tocarla y sin pensar descargo los puños sobre él una y otra vez sin darle tiempo a reaccionar o a responder.
Cae al piso y sin perder tiempo me subo a horcajadas sobre él, intenta cubrirse, pero mis puños consiguen impactar en su cara una y otra vez. Escucho el crujir de su nariz, siento como la carne se abre a cada golpe y como la sangre salta en todas las direcciones posibles.
Jadeo.
Mis nudillos se tiñen de sangre, incrementando el deseo de acabarlo con mis propias manos, por lo que dejó de golpearlo y lo sujeto del cuello, ejerciendo tanta presión como me es posible. Se sacude debajo de mí e intenta soltarse, pero es una lucha en la que las consecuencias me impo