Cuando el piano comenzó a sonar, Blake y Patrick entraron al salón.
_ Supongo que tu esposa debe estar por aquí _ susurró Patrick _ ¿no?
Blake lo miró un instante frunciendo el ceño.
_ No lo creo, no se atrevería a venir sola. Es mi esposa, por lo tanto, debe salir conmigo o en su defecto, con mi permiso _ dijo Blake con seguridad, mostrando superioridad _ debe estar en la habitación.
Patrick hizo una vista panorámica.
_ Ah, ¿sí? Y entonces ¿Por qué la veo junto a Roger Morgan y su prometida? _ dijo sonriendo con sorna.
El rostro de Blake se transformó de inmediato, apretó sus puños y sus labios. ¿Cómo se atrevía a hacer eso? ¡Esa mujer iba a recibir un gran castigo por su osadía!
_ ¡Esa m@ldita mujer! _ musitó rabioso, con su rostro enrojecido _ no se cansa de dejarme en ridículo. He sido demasiado blando con esa miserable malcriada. Ah, pero hoy me va a oír.
Al ver a su amigo tan enfurecido, Patrick no pudo menos que admirar la valentía y la intransigencia de