Me gusta tu contacto

Hades se llevó la muñeca a la boca y lamió la sangre de su propia mordida que ya estaba cerrando. Sonrió ante la sensación que recorría cada fibra muscular. El pequeño cuerpo que se ajustaba perfectamente a él, bebiendo de su ser, directamente de la vena que latía frenética era más de lo que se imaginó.

Recorrió la espalda blanca masajeando cada uno de los nudos que encontró, así como pequeñas cicatrices que aún se negaban a desaparecer. Con la otra acarició su rodilla y subió a lo largo del muslo hasta dejarla sobre la suave piel de su glúteo y la apretó más contra él, en un intento de aliviar el deseo crudo que empezaba a emanar.

La oyó gruñir ante el acto, aunqu

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo