Para los que vieran a Nebraska en ese momento pensarían que estaba totalmente tranquila esperando a que volviera su alfa y el resto de los guardias. Pero no, era todo lo contrario. Nebraska temblaba ligeramente y su corazón latía en su pecho dolorosamente.
Una mano sobre su hombro la hizo sobresaltarse un poco y girar su cabeza. A su lado estaba su hijo Rodrigo y ella soltó un suspiro.
-Ma, estás muy tensa-
Ella dirigió su vista hacia adelante mientras apretaba la mano de su hijo con la suya. Un calor reconfortador la invadía. Miraba hacia afuera, en la entrada de la mansión y a lo lejos aún no había rastros de su esposo.
-Estoy preocupada- su rostro estaba sombrío.
-¿No puedes comunicarte con el alfa?-
Ella negó.
-Parece que está en una situación densa y mi voz no le llega- su voz se hizo grave- Espero…espero que todo esté bien- tuvo que respirar profundo.
-Tranquila ma- Rodrigo hizo algo que ella no se esperó, l