Capítulo 13. Mala amiga
Después de esos pensamientos, Kelaya se quitó la ropa y entró al baño para bañarse y quitarse toda esa suciedad que tenía encima, al meterse a la regadera, se dio cuenta de que sus partes íntimas le ardían al encontrarse con el agua.
En aquel instante solo maldijo una y otra vez a ese hombre con el que había pasado la noche por haber sido tan brusco al poseerla y no tener compasión con ella.
En ese momento, pensó, será que él no se dio cuenta de que esa era mi primera vez, para dejarla así de adolorida, y cada vez que se enjabonaba el cuerpo lo hacía con más intensidad, como si así fuera a borrar las caricias de aquel hombre que le había hecho en su piel la noche anterior.
Y lo peor era que cada vez que le llegaban un recuerdo nuevo se avergonzaba más y más, ya que era ella la que le decía que quería que él le hiciera una y otra vez el amor, prácticamente fue ella que se abalanzó sobre él, ella se tapó la cara de la vergüenza que estaba sintiendo en ese preciso instante.
Kelaya al re