Capítulo 122. Estaba que lo mataba
Se había terminado aquella celebración del día de las madres y la más feliz de que esa pesadilla por fin haya terminado era Carolina, la cual se encontraba en su habitación quitándose el uniforme de sus peores pesadillas y lo arrojó con rabia al bote de la basura.
No sin antes decir, solo espérate mi querida Melany que la venganza es dulce, luego se dijo, que conste que quise dejar a ti y a tu hermana en paz, siempre y cuando Kelaya no volviera a molestar a mi Alejandro, pero como veo que ambas me están desafiando, después no vayan a llorar por lo que yo les haga.
En ese momento que ella estaba apretando sus dientes con tanta fuerza, escuchó que alguien le estaba tocando la puerta y de inmediato se dijo si no estoy mal, debería ser; doña Elsa o Alejandro que habían venido a disculparse conmigo, por lo sucedido, ya que estos eran las únicas dos personas que la habían aceptado en esta casa.
Ella de inmediato se puso a llorar como una mártir, para después abrir la puerta.
Pero al abrirla