— ¿Por qué tratas de esa forma a la madre de tu sobrina? Además, ni siquiera te tomaste la molestia de saludar a la niña. Eso que tú dices que no la tomas en cuenta como familia, no es buena justificación y tampoco te da el derecho de que seas indiferente con tu sobrina, eres un mal educado—Le volvió a reclamar Camila a su cuñado.

— ¿Acaso viste que ella me presentó a la niña? —Preguntó con enfado, ya que le molesta que Camila sea tan ingenua y no abra los ojos.

— Pues no, ella no dijo nada, pero de igual forma tú le hubieses preguntado que si es tu sobrina, total tu hermano ya te lo ha comentado.

— Querida, ¿no se te hace raro o sospechoso que ella no me haya dicho nada acerca de esa criatura? Hasta noté como si le quiso esconder su rostro colocándola detrás de ella.

— Solo pienso que ella no dijo nada sobre el tema porque te vio que desde el principio tú te pusiste agresivo, imagínate como se sentirá la pobre niña cuando su padre la lleve a casa y le diga que tú eres su tío.

— ¡Ay,