Cristhofer la voltea a mirar estupefacto. —¡Lena!— balbuceó aterrado porque su esposa lo está mirando con desdén, cosa que le causa terror a Cristhofer
Lena se acerca caminando con firmeza, sin dejar de mirar a su esposo.—lo puedo explicar— se apresura a decir, no quiere un mal entendido
—¡Hombres…— susurra la mujer atrevida, y eso lo escucha Lena
—¡Cállate, y vete de mi presencia, no lo vuelvo a repetir!— ordena Cristhofer muy impaciente, se coloca de pie para darle frente a la situación
—¿¡Qué rayos haces con esta mujer!?— la señala Lena muy eufórica
La chica hace un gesto de desagrado, mirando a Lena de pies a cabeza. —con razón este guapo hombre está solo, quiere estar sin tí, qué tóxica eres, déjalo respirar
—mi amor no la escuches, solo vine a tomarme unos tragos, nada más— palabras que Lena no escucha por los celos que siente, reacciona es abofeteando a su esposo dejándolo atontado
—¡He estado esperando en casa! Nuestros hijos preguntaron por tí y estás con está mujerzuela—