—Pero no lo hace a propósito —Lorena acercó más el rostro a su amigo—. He visto cómo te mira.
—¿En serio?
—Sí, cada vez que puede te mira y lo hace de una manera que se le nota que le atraes.
Camilo volvió a sonreír, pero esta vez de la emoción.
—¿Crees que ella puede darme una oportunidad?
—Claro que sí… solo es cuestión de darle tiempo —soltó Lorena con mucha seguridad.
.
Dos horas después:
Lorena veía por la ventana del auto con rostro trágico. Cristian volteó a verla después de alejar su rostro de su celular.
—¿Quién se murió? —le preguntó.
—Yo… soy muy mala persona —confesó la joven.
—¿Hasta ahora te das cuenta? —chist&oacu