—Señor Ferraro —responde el doctor con su habitual calma—. Antes que nada, necesitamos evaluar con exactitud el grado de afectación en sus piernas. No podemos avanzar sin un diagnóstico completo.

—¿Qué tipo de estudios? —pregunta Alejandro, al otro lado de la línea telefónica—. Quiero entender qué voy a tener que soportar.

—Primero haremos una serie de resonancias magnéticas para observar cualquier daño en los nervios o tejidos. Luego, electrodiagnósticos para medir la actividad nerviosa y muscular. —Grimaldi hace una pausa—. Dependiendo de los resultados, podemos planificar terapias de rehabilitación física y, si es necesario, procedimientos quirúrgicos.

—¿Y cuánto tiempo llevará todo eso? —interrumpe Alejandro, impaciente y con un dejo de frustración—. No puedo quedarme esperando indefinidamente.

—Cada paso tiene su tiempo —explica el doctor—. Las resonancias y pruebas iniciales se realizan en un par de días. Una vez que tengamos los resultados, podemos establecer un plan concreto.