Adriana llegó hasta el hospital, luego de haberse dado un baño en donde aquel olor desagradable y las marcas por lo sucedido en aquella bodega se quitaran. Se sentía bastante culpable de que Austin estuviera allí, él era demasiado terco. Él no comprendía que tenía que manejar un perfil bajo en su relación falsa. Él seguía insistiendo en una relación más cercana entre ellos, algo completamente irreal. Porque de una u otra manera él era el que iba a sufrir. Ella se ubicó en la puerta de la habitación, él tenía los ojos cerrados, ella caminó hasta acercarse a la camilla, de unos cuantos pasos más se ubicó a su lado, y se sobresaltó cuando él abrió los ojos. —Cuando me desperté vi que no estabas me sentí bastante mal —mencionó él, luego hizo una mueca de dolor para acomodarse un poco en aquella cama—. En verdad pensé que no ibas a estar pendiente de mí. —Creo que aún sigue el efecto de la anestesia, estás delirando. —Una sonrisa apareció en el rostro de él, ella se mantuvo seria ante
Austin llegó hasta la oficina, no podía acostumbrarse a quedarse en la cama por tantas horas. Su “sacrificio” como Adriana le decía, era algo así como un pequeño rasguño para él, no se arrepentía de nada… Solo tenía algo claro: estaba decidido a decirle lo que sentía, lo que estaba sintiendo. Él miró su computadora y sonrió cuando vio algunos ceros de más en sus cuentas… las alianzas con Mike se habían pospuesto, no obstante, sus negocios con aquellas personas seguían presentes. Darse cuenta que podía llegar tan lejos, sin necesidad de tener el dinero de su padre.Él subió la mirada cuando Mike entró a la oficina sin previo aviso. —La puerta está diseñada para que la persona que vaya a traspasarla deba tocarla antes. —Vengo a hablar de algo importante… y aclaro que no vengo hablar de Adriana, lo que tenga que solucionar lo solucionaré con ella, no contigo. —Si no de ella ¿de qué quieres hablar? —Austin cruzó sus brazos. —Me imagino que viste lo bien que nos fue vendiendo esa m
Adriana se separó de él, intentaba entender que pasaba por la cabeza de él la veía como un juego o en verdad era cierto todo lo que decía en verdad sentía algo por ella. —¿Podrías darme la oportunidad?—¿Qué me garantiza que tú no eres como él? seamos honestos sé perfectamente tu historial y eres un mujeriego, eres un casanova ¿de verdad crees que yo quiero eso en mi vida? —Mentiría si dijera que no era así, pero…—Ya lo dijiste, eres así y no creo que cambiaras de la noche a la mañana y que me vayas a poner a mi como excusa, porque estoy segura que eso era lo que ibas a decir. Te voy a hacer una recomendación: aprende a controlar tus emociones y tus sentimientos, esto es un negocio, esto no es una relación seria. Ella oprime el botón del elevador, pero Austin vuelve y lo detiene. —No soy igual que él, podría ser un mujeriego, no lo voy a negar, pero jamás seré un miserable como él capaz de lastimar a una persona como tú. ¿Vas a cerrarte ante la posibilidad de que algo llegue a su
Adriana tardó en llegar a su casa todo lo que había sucedido con Austín le había dejado en shock, ¿en verdad ella merecía una oportunidad para el amor? Todo eso no lo había podido dejar pensar con tranquilidad. Se sentía muy confundida. Ella llegó hasta la casa, y cuando entró lo vio allí sentado intentó actuar lo más normal posible, evitando que él notará lo que estaba causando en ella. —Creí que no ibas a llegar.—No tienes que quedarte esperando si llego o no llego —ella dice con arrogancia. Él suelta una gran carcajada.—Adriana detente —dice él evitando que ella pudiera continuar—. No puedo dejar de pensar en esto que te dije, en lo que está pasando entre nosotros. —¿Y qué quieres que haga? —Que lo pienses… que me des una oportunidad. —Austin caminó hasta donde ella y la atrajo hasta donde él poniendo su mano en la cintura de ella—. Quiero intentarlo, quiero que los dos lo intentemos. Quiero ser el merecedor de esa nueva oportunidad. Ella sintió ese cosquilleo inexplicable
Adriana espero que Mike apareciera le hizo señas a Doménico para que él estuviera al tanto y pudiera grabar todo necesitado tener pruebas, pero ya ella sabía muy bien que con Mike no sería tan fácil.—¿Qué es lo que intentas? —dijo él cuando vio que ella se acercaba. —Solo quería vení a gritarte en la cara que ya sé que tú mataste a ese hombre. —Mike comenzó a reír, cruzó sus brazos y simplemente negó con su cabeza. —¿Maté a un nombre? Que ridícula eres, deberías hacerte checar la cabeza porque definitivamente, cada día estás más loca. Adriana comenzó a reír, sentía una gran impotencia… el hombre que estaba frente a ella era un asesino. —Hay pruebas Mike, tú fuiste el que le quitó la vida al padre de Agustín. ¿Qué ganaste con eso? —la gesticulación de él cambió evidentemente. —Así que hay pruebas que me acusan como el culpable. Adriana cada vez me sorprendes más. ¿Qué gane? —él sonrió con malicia—. ¿Acaso no es obvio? Obvio que gané hacerle daño destruirlo como la gran cucaracha
Mike llegó a la empresa, pasó de largo cuando su asistente le dijo que lo estaban esperando. Al llegar vio al comandante de la policía frente a él.—¿Y esta sorpresa? —Alguien pasó un video sobre ti en donde confesabas el asesinato de un hombre. —Así que fue capaz de hacerlo… el video no es algo que puedas usar como prueba bórralo y desaparece cualquier prueba que tengas.—¿Te das cuenta que fue una gran estupidez decir que sí lo habías matado, dar a entender que sí lo hiciste. ¡Entiende que no siempre seré yo quien reciba las denuncias! —El que sea que los recibe tendrá que trabajar para mí pago bastante dinero como para que las cosas se me salgan de control. —Yo lo sé, créeme que yo sé muy bien pero tú debes aprender a controlarte. —Esa mujer que me hizo eso, solo me tiene rabia. Ahora sí vuelve al trabajo y déjale claro a esa mujer o a cualquiera que vaya a poner una queja completamente estúpida contra mí que están perdiendo el tiempo —Mike advierte, se acerca un poco más y ac
Adriana cerró los ojos cuando sus prendas comenzaron a caer, Austin que aparentemente ya no le dolía nada, deslizó sus manos lentamente por ella, por su piel. Adriana se subió sobre él sin hacerle mucho peso, mientras que sus pechos entraron a la boca de él. Austin saboreaba los pechos de Adriana como si de eso dependiera su vida. Ella pasó sus manos por el pecho de él y con rapidez quitó su camisa. Sus pupilas se dilataron, la observaba con lujuria y ella podía notar su mirada, y ya podía sentir la manera en la que él la estaba observando… le gustaba demasiado. Él pasó las manos por sus brazos, por encima de las cicatrices que a ella tanto le recordaba el pasado. —Eres realmente hermosa —articuló él con su voz completamente agitada. Él la giró quedando sobre ella, comenzó a quitarle lo que quedaba de ropa dándose cuenta que su cuerpo estaba completamente marcado debido a Mike… odiaba que ella tuviera que vivir toda la vida así, por culpa de él. Sus besos descendieron por su
Mike apretó las manos en su brazo, mientras que mantenía la mirada fija en ese punto. Doménico sonrió y se movió con rapidez evitando ser atrapado. Mike imitó las acciones de los demás, se agachó procurando evitar mostrar que conocía a la persona que le había disparado. Rápidamente las personas encargadas de la seguridad del lugar pidieron una ambulancia, Mike fue trasladado sin darle tiempo a que su herida pudiera complicarse. En el hospital luego de revisarlo le dijeron que la vale solamente había rozado su piel. Sin embargo, la rabia que había en él debido a eso era cada vez más grande. Luego de haber sido dado de alta, llegó directamente hasta la casa Alice estaba llorando en un rincón como cada día. Él ya estaba harto de esa situación, en efecto había perdido su bebé, pero la vida seguía y no podía detenerse allí. Ella subió la mirada cuando lo vio con aquella venda se levantó toda preocupada y se lanzó sobre él, Mike hizo una mueca de dolor y la separó de forma brusca. —¿