Adriana Harper es la heredera de una de las familias más poderosas del país, inteligente, hermosa y amorosa. Ella creyó que tenía el matrimonio perfecto, la vida perfecta, sin embargo, al enterarse que todo a su alrededor era una farsa, toda su vida se destruye. Ella debe empezar desde cero, y todo lo que la caracterizaba, simplemente muere dando paso a una mujer que solo quiere una cosa… venganza. Austin Baker es un empresario exitoso, arrogante, inteligente y sumamente apuesto. Él necesita tener un hijo y hará hasta lo imposible para conseguirlo. Él no cree en el amor, ni en las mujeres. Y lo único que le importa es su dinero. Un trato entre ellos dos desatará un completo caos en sus vidas y en la de los demás. Solo hay una condición: no enamorarse. ¿Qué sucederá cuando los sentimientos se mezclen entre ellos? ¿Podrán dejar el pasado atrás?
Leer másAdriana corría sin detenerse, sus piernas ya no tenían fuerza. Ella buscaba la manera de no mirar para atrás, porque sabía que ellos estaban por llegar… que él estaba por llegar. Su corazón latía a mil por horas, el miedo recorría todo su cuerpo.
De nuevo sus piernas flaquearon y Adriana cayó al suelo, cuestionarse si seguir luchando por salvarse era importante o no, era algo que en esos momentos no pasaba por la cabeza de Adriana. Lo único que podía pasar una y otra vez en su cabeza, era la imagen de su esposo, del hombre que en el altar le juró amor verdadero una y otra vez.
El dolor físico se mezclaba perfectamente con el dolor en su corazón.
Ella solía ser fuerte, solía enfrentar las cosas con valentía, sin embargo, hoy se dio cuenta que no era así, solo era una mentira, nunca fue valiente, nunca fue fuerte. Adriana se estrelló con una realidad que nunca quiso imaginar.
Ella ocultó su cuerpo al lado de un gran muro, no era difícil poder ocultarse en este lugar tan grande. No era fácil poder olvidar la traición. Toda ella temblaba, tenía miedo, demasiado miedo que no solo él estuviera buscandola.
Ella miró sus manos, estaban completamente teñidas de un rojo, un tono tan vivo que la hacia sentir escalofrios.
Su matrimonio de más de cinco años, el que ella pensó que era perfecto, se acabó de la peor manera. Cinco años en los que ella creyó que su vida era perfecta, en donde ella creyó que se había sacado la loteria con el maravilloso hombre que tenía a su lado... que ilusa fue, hoy Adriana comprobó que no hay personas buenas, y que él nunca la quiso... que él nunca la amó con la misma intensidad con la que ella lo ama.
El peor error de Adriana definitivamente fue confiar… confiar que lo que estaba escuchando era una cruel mentira, una mala jugada de su cabeza, pero no era así. Confió en la peor persona y muy tarde se dio cuenta de eso.
Ella escuchó tres disparos, tapó su cabeza y luego escuchó como se reían, como él se reía y su risa no era la misma que la había enamorado, su risa ahora era terrorífica, completamente terrible.
—¿Estás seguro que se fue por acá? —cuestiona aquella mujer—. ¿Cómo la dejaste escapar?
—Tranquilizate. Adriana no debe estar lejos —él dice completamente agitado.
—Eso espero, de nuevo te pregunto ¿por aquí se fue ella? —aquella mujer espeta con rabia.
—Sí, pero no llegará muy lejos, no tiene fuerzas, se desvanecerá en menos de nada.
—No entiendo como la dejaste escapar —ella repite completamente irritada—. Ella escuchó todo, ella sabe lo que vamos a hacer.
—Preciosa, por más que haya escapado ella está realmente mal, nadie sobreviviría a las quemaduras y a los golpes. Adriana no va a pasar de esta noche —Adriana tapa su boca, necesita que su llanto no la delate.
—Eso espero, no puede quedar prueba de absolutamente nada y tú lo sabes.
—Dejemos que alguien más se encargue de ella, no vale la pena ensuciar las manos con esa mujer. Adicional debo avisarle a los medios que me acabo de quedar viudo, una noticia horriblemente triste. A partir de hoy, estoy de luto porque mi esposa murió —él dice y comienza a reír.
Adriana tapo su boca de nuevo, esta vez con más fuerza ¿cómo podría referirse así de esa manera a ella? era su esposa, la mujer que supuestamente amaba. Se supone que era la mujer de su vida, que la había escogido para pasar toda la vida a su lado… que gran mentira.
¿Y ahora que iba a hacer con todo lo que tenía en su pecho? ¿Qué iba a hacer con el amor que sentía por él? ¿Cómo arrancarse el corazón para dejar de sentir, para dejar de pensar en él y en su supuesto amor?
—Está bien, esperemos unas cuantas horas y la declararemos por muerta —menciona esa mujer. Adriana solo podía intentar controlar su sollozo, que no fuera tan fuerte que no la escucharan—. Espero que no te equivoques esta vez. Esta vez nos jugamos el todo por el todo.
—Te aseguro que no pasará Adriana Harper a partir de hoy estará muerta. Y yo seré el nuevo dueño de todo, la fortuna de los Harper y las empresas de mi difunta esposa.
Ella escucha como se alejan, aún está en shock. No puede creer que el hombre que amó, el hombre que la hizo feliz por tanto tiempo ahora la quiera sacar del camino de esta manera y todo por dinero.
Darse cuenta que Mike, su esposo tenía un amante no fue lo peor, lo peor fue darse cuenta que querían quitarla del camino para quedarse con absolutamente todo.
Adriana tenía demasiado dinero, sus padres murieron y le dejaron absolutamente todas las empresas, la fortuna, una herencia sumamente jugosa. De cierto modo Adriana era una de las mujeres más ricas del país, lo que al principio vio como una bendición se había convertido en la peor maldición.
Su mejor amiga y el nombre que amaba la habían engañado por más de dos años.
Descubrirlos y enfrentarlos fue el peor error de su vida, su cuerpo aún estaba pagando las consecuencias, estaba completamente adolorido, realmente estaba demasiado maltratado.
Adriana perdió la noción del tiempo, no tiene idea cuanto tiempo duró allí, lo único que quería era salir corriendo, pero al mismo tiempo tenía miedo de que alguno de esos hombres estuvieran allí esperándola y le hicieran daño.
Ella se puso de pie cuando creyó que era el momento adecuado para salir y correr si era necesario, miró hacia atrás y no veía nada, necesitaba llegar hasta alguno de los carros y buscar ayuda.
Adriana dio unos cuantos pasos… pero se detuvo cuando vio como un hombre se ubicó frente a ella, él le apuntó mostrando una gran sonrisa, Adriana cerró los ojos cuando un sonido agudo salió de aquel aparato hasta que ella finalmente cayó al suelo.
Alice se ubica frente a Austin mientras aquellos hombres continuaban allí esperando la siguiente orden. Austin levanta la cabeza y escupe sangre. Ella solo mira con un sentimiento desconocido en su pecho. Le gustaba la idea que asesinaran a Adriana, pero involucrarse en el asesinato de alguien más no era algo que le agradará.—Solo quiero un poco de agua —dijo él entre sollozos. —¿Por qué tendría que dártela? Lo único que debo garantizar es que acaben contigo y luego de eso mi vida volverá a la normalidad. Austin mira a los hombres que seguían a su lado. —Tengo un trato que hacerte, sé que te va a gustar. —A mi no me engañas no voy a caer en tus juegos. —¿Te gusta el dinero tanto como a él, tanto como a mí? Y yo tengo mucho dinero ahora, no solo dinero de mi familia, sino que también tengo dinero de Adriana. Alice rió, le hizo señas a los hombres que se alejaron y luego ella se acercó a Austin. —Estoy completamente segura que no puedes contar con el dinero de ella. Mike para q
Mike sonrió luego de ver cómo los hombres que había contratado se habían encargado de asesinar a cada uno de los que estaban cerca de Adriana sin levantar sospecha alguna. Ella miró a su alrededor, la escena era desgastante mentalmente, cada uno de sus empleados, había sido atacado de la peor manera. —¿No me vas a saludar, mi amor? —él mencionó mientras mantenía una sonrisa arrogante. —No sé qué es lo que planeas maldito infeliz pero te aseguro que a ella no le pondrás un dedo encima —Austin advirtió generando solo una risa cargada de burla en Mike. —No estoy hablando contigo, ¿acaso no te has dado cuenta que solo eres un estorbo en la vida de Adriana? y los estorbos se deben eliminar. —¿Qué quieres Mike? —Adriana interrumpió—. Dejaste claro que la única manera de acercarte es convirtiéndote en un asesino. —¿Me preguntas que quiero maldita perra? Desde que volviste a aparecer arruinaste mis maldita existencia. Lo único que quiero es recuperar mi vida, como cuando estabas muerta
Adriana abre los ojos luego de que el impacto hiciera que estuviera en shock. Austin la está cubriendo con su cuerpo, algunas personas gritan a su alrededor mientras que nadie tiene claro que fue lo que pasó. —¿Estás bien? —ella levantó la mirada cuando Austin le cuestionó. —Sí, estoy bien. Solo es un dolor de cabeza por el sonido ¿Qué pasó, qué fue lo que pasó? —El lugar frente a nosotros estalló. Debemos salir de acá, no podemos quedarnos más y exponerte innecesariamente. Ella se levanta mientras apoya en el brazo de Austin. Pero en ese momento su teléfono suena, ella mira y todo dentro de tiembla cargado de un escalofrío. “Estoy muy cerca de ti… te estoy observando. Aún no me he olvidado de ti, aún recuerdo que me debes muchas Adriana. Intenté ser bueno, pero tú sacaste la peor versión de mí. Te garantizo que esto solo fue una advertencia” Adriana tenso su cuerpo, mira a su alrededor para observar si lo veía por allí. Pero nada. Antes no tenía miedo de enfrentarse a él sin i
Adriana se sentó observando las cuatro paredes blancas que la rodeaban. Llevaba algunos días sintiéndose mal, y necesitaba poder verificar si era cierto o no lo que estaba sospechando. El médico entró con algunos documentos en su mano. Se acercó a Adriana con una sonrisa en su rostro. —¿Tengo algo grave doctor? Llevo sintiéndome mal algunos días y no me gusta para nada esta sensación. —Es algo normal en su estado. Le recomiendo que se cuide ya que las primeras semanas pueden ser de alto riesgo. Dijo el hombre haciendo que ella quedara en un estado de shock inevitable. —Lo siento es que no entiendo bien a que se refiere. Las manos de Adriana comenzaron a sudar prácticamente estaba pasando por su cabeza una sola cosa, en el fondo esperaba que solo fuera producto de su imaginación a pesar de que las pruebas dejaban claro que no estaba muy lejos de la realidad. —Felicidades señora Harper está embarazada. —¿Embarazada? —Sí, ese es el motivo de los malestares que últimamente ha sen
Él guardó el sobre dentro de su ropa, de solo pensar que posiblemente Adriana se viera afectada por algo que tuviera que ver con Mike o con Luca, definitivamente lo ponía muy mal. Se agachó y comenzó a revisar en los demás cajones, si él tenía este sobre con información aquí lo más seguro es que tuviera muchas más cosas en donde él también podría ser culpable, en donde él también podría estar ocultando muchas más cosas, pero sobre todo en donde ella podría estar en un peligro inminente. El tiempo parecía estar en su contra, aunque los segundos aparentemente marchaban con normalidad para Austin parecían demasiado cortos. Él comenzó a revisar algunos cajones para ver qué más encontraba, necesitaba confirmar si sus sospechas sobre Luca, eran ciertas o no. De pronto, se sobresaltó cuando la puerta sonó. —¿Se te ofrece algo? —cuestionó Luca mirando hacia el interior de la oficina. —Vine a buscarte, pero no estabas.—¿Exactamente qué es lo que necesitas? Parece que estabas revisando m
Habían pasado cuatro semanas exactas, cuatro semanas en las que Mike había desaparecido por completo de la empresa. Ni siquiera una opinión o decisión. Recuperándose de sus heridas… muriendo de la rabia por querer tener el control de todo. Eso tenía a Adriana a la deriva, no saber cual iba a ser el siguiente paso. La relación entre ella y Austin era algo que le hacía sentir ese confort que definitivamente necesitaba. Él era un hombre qué hacía que ella sintiera eso que nunca en su vida había sentido los detalles y esa manera tan elocuente con la que él la amaba… Adriana no podía dejar de sentir miedo de que esto acabará de la peor manera, de que las cosas se salieran de control y su corazón de nuevo saliera herido. Aunque él con cada beso, cada caricia le diera la seguridad que ella necesitara, era inevitable no sentir ese miedo… ese miedo que combinaba el pensar que la podía traicionar y el pensar que algo malo le pudiera suceder.Nunca en su vida había tenido la oportunidad d
Último capítulo