Miro con diversión a Damián mientras estamos en la pista de baile a un lado del bar. Peter tiene un buen espacio. Hace un tiempo había derribado la pared del viejo depósito.
Ahora es una decente pista de baile.
— ¿Listo? —le pregunto a Damián mientras nos miramos en la pista.
Hemos bebido unas cuantas cervezas y estamos conscientes que esta clase no pasara desapercibida.
— Soy bueno bailando— se defiende.
— Está bien. Comencemos.
— ¡Venga Anderson! — grita uno de los presentes.
Son un grupo de hombres que han terminado su jornada laboral y ahora toman algo.
— Este es el paso más básico, el que primero debes aprender— empiezo— Paso a la derecha, a la izquierda con el pie derecho— hago los movimientos. Él me observa atentamente— ahora, cruce del pie izquierdo, el derecho por detrás del izquierdo, y repites—le indico.
— Parece fácil.
Me rio ante su cara de desconcierto.
— Me alegra que te parezca fácil— comento— Luego se repite el primer paso y por último, se pica con el izquierdo al lad