-¿Cómo están mis hijos doctora?- Preguntó Selene junto con Hermes.
Los niños estaban durmiendo en una habitación privada que Hermes había pagado con todas las comodidades. Si bien Dionisio y Hera ya no estaban para hacerles daño, pero aun así ya no quería correr más riesgos. Además, sus niños merecían lo mejor.
-Los niños están en perfectas condiciones. Pero les recomiendo que pasen la noche aquí para poder vigilarlos durante toda la noche- Exclamó sonriendo- Tienen una niña muy hermosa y sana. Los felicito.
La pareja intercambió miradas llenas de amor entre ellos- Gracias doctora.
La doctora se retiró, dejándolos solos en la habitación.
-¿Qué ocurre Selene?- preguntó Hermes al verla mirando la luna a través de la ventana con una expresión de nerviosismo.
-Aún no le he dicho a Leo lo de su padre- Murmuró mirando de reojo a su niño que estaba concentrado jugando a los videojuegos.
-¿Quieres que los deje solos así hablas más tranquila?- Preguntó preocupado.
Selene entrelazó su p